El marisqueo languidece en A Pobra desde la ampliación del puerto comercial

Jose Manuel Jamardo Castro
J. M. Jamardo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

adrian gonzalez

La facturación se redujo en más de 1,5 millones en los últimos 17 años

20 ago 2020 . Actualizado a las 12:56 h.

«A actividade marisqueira nas concesións da Pobra está a morrer». Así de categórico se expresa el patrón mayor de la localidad, Enrique Maceiras. El dirigente se aferra a los datos de los últimos años en los que la facturación de bivalvo se ha ido reduciendo de forma considerable. El representante de la entidad cree que el principal problema de sus males es la ampliación del muelle comercial de la localidad, hace más de veinte años. Maceiras explicó que la actuación cortó las corrientes marítimas en los bancos naturales de O Areal y Os Raposiños, dejando estancada el agua e impidiendo el desarrollo del marisco.

Desde la entidad se han dirigido en numerosas ocasiones a las Administraciones para poner remedio a esta situación, ya que entienden que el problema de Os Raposiños es que se acumulan lodos al estar el agua parada y el bivalvo no se desarrolla. Y que en O Areal es algo muy similar, ya que el agua de esta zona apenas se regenera.

La solución que apuntan desde el pósito pobrense es la apertura de unos túneles en el muelle comercial para que pasen las corrientes cuando suba y baje la marea. «É unha solución bastante fácil que rexeneraría os bancos naturais e axudaría a que o marisco medrara». El dirigente echa mano a los datos para apoyar su reivindicación. En lo que respecta al marisqueo a flote, comentó que hace unos veinte años había censadas 102 lanchas que se dedicaban a la actividad extractiva mientras que en la actualidad quedan 36: «Cada barco leva a bordo dúas persoas polo que quedaron no camiño máis de 120 profesionais».

A menos

Los permisos de explotación a pie también sufrieron una importante caída: «

Na campaña de 2006 tiñamos un censo de 146 carnés e este ano quedan 102»

. Pero donde más se resiente el descenso del marisqueo es en la facturación. En este sentido, Maceiras destacó que en el año 2002 la subasta de bivalvo alcanzó 2.451.000 euros, mientras que en el ejercicio pasado fueron 710.000 euros.

Una de las especies más perjudicadas fue sin lugar a dudas el berberecho. En este sentido, el responsable de la entidad marinera hizo mención a que en el 2003 se contabilizaron 490.000 kilogramos y el año pasado tan solo 2.300. Eso sí, el patrón mayor reconoció que posiblemente la enfermedad de la marteilia también tuvo algo que ver en la caída de este bivalvo.

Otra especie que prácticamente desapareció de sus arenales fue la almeja babosa. Pasó de las 70 toneladas en los últimos 17 años a los 615 kilos. La única alegría que tuvieron los productores se la dio la almeja japónica, única especie que aumentó su presencia en las concesiones pobrenses pues de 14 toneladas a principios de siglo, pasó a las 80 del último ejercicio. Esta temporada tan solo están faenando en sus concesiones 12 embarcaciones en A Ribeiriña. «Apenas temos marisco», se lamenta el patrón mayor.