Las altas en la Seguridad Social caen en verano en Barbanza por primera vez en diez años

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán ramón alvite MAZARICOS / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

La cifra desciende en más de 1.600 personas con respecto a la pasada campaña estival

04 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque habrá que esperar más tiempo para conocer la verdadera repercusión que tendrá la pandemia sobre la economía barbanzana, su impacto sobre el mercado laboral ya empieza a notarse de forma importante. De hecho, por primera vez en la última década, el número de afiliados a la Seguridad Social cae durante los meses de verano.

Si el año pasado la comarca arrancaba agosto con casi 40.000 afiliados, durante el presente ejercicio la cifra se queda en tan solo 38.393. Detrás de este desplome en la cifra de cotizantes -el mayor interanual desde el ejercicio 2006, año en el que empezó a publicar datos el Instituto Galego de Estatística- se encuentra la ralentización de la actividad en la práctica totalidad de sectores económicos y la ausencia casi total de nuevas contrataciones.

Se percibe de forma muy clara en el ámbito turístico que, en circunstancias normales, tiraría de forma importante del empleo durante el período estival y que, a día de hoy, sigue trabajando a medio gas y perdiendo peso en lo referente al número de asalariados. Tanto es así que el número de cotizantes en este sector, en el que se engloban tanto la hostelería como la restauración, asciende a 22.702 personas, prácticamente un millar menos que hace justo un año.

«Está sendo un moi mal ano para o turismo e iso, loxicamente, tamén se reflexa no volume de contratacións. No noso, por exemplo, viñamos collendo dúas ou tres persoas para os meses de temporada alta e este ano aínda sobramos dos que estamos aquí», comenta Jorge Jurjo, portavoz de los hosteleros de Mazaricos, que teme incluso que muchos negocios acaben cerrando sus puertas si las circunstancias no mejoran rápido. «Nesta situación faise duro incluso cubrir gastos. Se estás pagando un alugueiro e tes algún empregado, non das aguantado. Moito me temo que durante o outono e verán haberá un número importante de establecementos que acabarán pechando para sempre».

Caída de actividad del 80 %

Idéntica opinión comparte un hostelero de Outes que forma parte de una sociedad que también regenta otros dos establecimientos en la villa de Muros. Calcula que su actividad ha caído más de un 80 % en comparación con el año pasado. «Estamos meténdolle moitas horas e tirando nós. Sempre contratábamos xente, pero este ano, polo menos ata agora, resúltanos imposible» , señala al tiempo que tampoco oculta su pesimismo a corto y medio plazo. «Isto vai para largo. Tardaremos en recuperarnos disto como tardamos en saír da outra crise. A hostalería é un dos ámbitos que máis vai sufrir».

Aunque el sector servicios es, con diferencia, el más afectado por la caída del número de cotizantes -seis de cada diez se englobarían en este epígrafe-, lo cierto es que solo el agrícola se salva de la caída generalizada del número de afiliados a la Seguridad Social, con solo siete nuevas altas.

La industria, por ejemplo, ha perdido un total de 298 trabajadores, justo el triple de lo que han caído los cotizantes en el sector de la construcción, otra de las actividades con un marcado carácter estacional que solía aumentar su número de empleados durante la temporada estival. El régimen especial del mar también se apunta a la misma tendencia, con un recorte de casi un centenar de inscritos, a los que hay que sumar otros 30 incluidos en el apartado especial de los trabajadores del hogar.

Entre enero y junio se firmaron cinco mil contratos de trabajo menos que en el 2019

Si la caída en las afiliaciones a la Seguridad Social durante el primer semestre ronda el 4 %, el descenso en la firma de número de contratos de trabajo quintuplica ese porcentaje. Lo demuestran las cifras de la Consellería de Economía, Emprego e Industria, que apuntan a que, durante la primera mitad de este año, los trabajadores barbanzanos firmaron un total de 16.125 documentos, 5.000 menos que durante el mismo período de 2019.

Estas cifras no son el reflejo de una apuesta por acabar con la precariedad ofreciendo períodos laborales más largos. Al contrario, muestran una realidad opuesta en la que se constata la escasez de oportunidades.

Muros y Mazaricos

En este sentido, las peores cifras se registran en Mazaricos y Muros -los datos se vinculan al lugar de residencia del trabajador y no a la localidad en la que se desarrolla la actividad objeto del contrato- que han visto como sus ofertas de empleo se reducían a la mitad. En el otro extremo están Boiro y Ribeira que, aunque con caídas, mantienen la mejor evolución interanual del volumen de contrataciones en su territorio.