El covid apaga las grandes hogueras de la noche de San Juan en Barbanza

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Los concellos prohíben las fogatas en espacios públicos y solo se autorizarán las que haya en fincas particulares

11 jun 2020 . Actualizado a las 20:09 h.

La prudencia se ha impuesto. El San Juan de este año será menos San Juan por culpa del coronavirus, que ha obligado a la mayoría de los concellos de la comarca a tomar una decisión firme: estará prohibido celebrar fogatas en plazas, calles y playas, y solamente se autorizarán -previa solicitud- las que tengan lugar en fincas particulares. El objetivo no es otro que evitar aglomeraciones de gente, «aínda que o máis importante é que non haxa contactos, porque se hai só vinte persoas pero se están tocando, o mal é o mesmo», apuntó el regidor rianxeiro, Adolfo Muíños.

Su homólogo de Porto do Son, Luis Oujo, también lo tiene claro y considera que hay que correr los mínimos riesgos, porque en celebraciones de este tipo «pode haber desmadres» y es mejor que no se dé pie a que se produzcan. Por este motivo, el muelle sonense se quedará este año sin su famosa hoguera, al igual que la playa muradana del Castelo, cita obligada para muchos vecinos, «pero hai que evitar as concentracións de xente. Ademais, este ano hai moita maleza aínda, porque como se deu prioridade á desinfección pola crise sanitaria, a limpeza vai con moito retraso», reconoció la regidora Inés Monteagudo.

En Lousame también seguirán un año más las directrices marcadas pola Xunta: «Haberá que pedir permiso previo e seguir o protocolo de seguridade como evitar a proximidade de casas ou cables de alta tensión, non utilizar líquidos inflamables para o seu acendido ou ter a man extintores ou auga por se fosen precisos», apunta el concejal de Protección Civil, Ramón Martínez, que apunta que «o máis importante é actuar con sentidiño».

Lo mismo ocurrirá en Boiro, Ribeira, Noia, Mazaricos y Outes, que han optado por olvidarse este año de las grandes celebraciones de la noche de San Juan que llenaban plazas y playas, y únicamente se permitirán las pequeñas hogueras que se podrán levantar en fincas particulares. Eso sí, previamente habrá que entregar una solicitud en los registros municipales, además de cumplir una serie de requisitos para evitar que el fuego pueda propagarse.

Más de 900, en el 2019

Los mandatarios barbanzanos creen que la decisión de no permitir hogueras en espacios públicos conllevará un incremento del número de cacharelas particulares, una cifra que seguramente supere con creces la del año pasado, cuando fueron cerca de 900 las peticiones que registraron en las distintas casas consistoriales, a las que hay que sumar aquellas que todos los años se realizan sin el consiguiente permiso.

En todos los concellos ya han publicado, o están a punto de hacerlo, los bandos municipales en los que se dan a conocer las condiciones para celebrar de forma segura el San Juan. En Carnota van con un poco de retraso en la toma de decisiones, puesto que, según destacó el alcalde, Juan Manuel Saborido, «aquí nunca hai grandes concentracións de xente. Normalmente en San Xoán hai pequenas sardiñadas cos veciños do barrio, por iso non creo que haxa problema».

En A Pobra llevan varios días intentando llegar a una solución que, por un lado, garantice la seguridad, pero que también permita a los vecinos disfrutar del San Juan. Como explicó el concejal de Seguridad, José Andrés Lojo, no es una decisión fácil, porque hay muchas personas que residen en pisos y no tendrán la posibilidad de acudir a ninguna hoguera particular, por lo que se está estudiando permitir realizar algunas con poco aforo de gente.

Sin embargo, todavía no se ha tomado una decisión firme sobre este aspecto y, en último caso, siempre podrían sumarse a la decisión mayoritaria del resto de concellos de la comarca de prohibir todas las cacharelas en espacios públicos.

José López, Sesito: «E se non hai, que lle imos facer?»

Lleva 26 años organizando las fiestas de las hogueras de San Juan de Palmeira, una celebración que en los últimos tiempos se ha convertido en una de las más multitudinarias de la zona. José López, Sesito, ya se temía que, debido a la crisis sanitaria, iba a ser difícil llevarla a cabo este 23 de junio. «E se non hai, ¿que lle imos facer? Haberá que agardar un ano», afirma resignado al conocer la noticia de que el Ayuntamiento no permitirá fogatas en espacios públicos.

Debido al estado de alarma, él todavía no había comenzado a recaudar dinero por las casas y bares para organizar la celebración, pero le da pena que no se haga nada ese día. «O que podía facer o Concello era contratar unha charanga que fose tocando polas rúas, polo menos así non habería perigo de agrupacións de xente», apunta Sesito para no perder el espíritu festivo de esta fecha.