Pablo Abeal: «La clave del turismo está en adoptar medidas de seguridad y transmitirlas»

María Xosé Blanco Giráldez
M. X. Blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

cedida

Apuesta por parcelar las playas pequeñas y apelar al sentido común en las grandes

02 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El turismo es uno de los sectores más castigados por la crisis derivada del coronavirus. Las exigencias para reabrir los negocios y las dificultades de movilidad condicionan seriamente un colectivo empresarial estratégico en comarcas como Barbanza y Costa da Morte a las puertas de su período estrella, el verano. Aunque nadie tiene la receta de la recuperación, especialistas en la materia como José Pablo Abeal, profesor en la Facultade de Economía de la Universidade da Coruña y colaborador de la Escuela de Turismo, han hecho una radiografía de la situación para aportar posibles alternativas.

-¿Cuál es el panorama que afronta ahora, a las puertas del verano, el sector?

-Lo que hay es un desastre que marcará un antes y un después en el sector turístico. Con el tiempo veremos la profundidad y las consecuencias de la crisis a nivel mundial, así como los cambios que esta puede ocasionar en el turista, si se queda en un impacto a corto plazo o se mantiene y cambia las conductas de los visitantes. Como nos movemos en aguas movedizas, solo podemos aventurar, puesto que serán las medidas del Gobierno y las acciones de los diferentes municipios ligadas a las playas las que condicionen el futuro del sector en comarcas como Barbanza y Costa da Morte, cuyo flujo turístico es eminentemente nacional.

-¿Cómo se puede favorecer el turismo en estas comarcas?

-Lo fundamental en estos momentos es dar seguridad a los turistas. Hay zonas relevantes que ya se están moviendo en este ámbito, como es el caso de Sanxenxo, y Barbanza está próxima a ese polo de calor. A mayores, tanto esta comarca como Costa da Morte tienen una fortaleza, pues son zonas con un peso importante del turismo rural y los números dicen que es un sector en auge. Este año se va a potenciar el turismo nacional y eso favorece a Galicia, pero hay que dar a los turistas sensación de seguridad y eso va a depender de los geodestinos, de los concellos y de los propios negocios. La gestión de las playas constituirá un eje importante.

-¿Hay posibilidades entonces de salvar la temporada?

-Lo que veo es una tendencia buena, no será el auge de los últimos veranos, pero el efecto caída se puede atemperar dentro de lo que es un contexto de crisis. Todo depende de cómo se actúe a partir de ahora.

-¿Y cómo se debería actuar?

-La crisis económica es inevitable y por esa parte no hay nada que hacer. Los importante es transmitir confianza y seguridad en base a hechos. Hay que marcar unas medidas claras, cumplirlas a rajatabla y saber comunicarlas para transmitir confianza.

-¿Qué baza pueden jugar comarcas como Barbanza y Costa da Morte en este contexto?

-La diferenciación. Barbanza y Costa da Morte son grandes desconocidas y tienen que saber potenciar sus elementos diferenciadores. Barbanza se podría incluir en un modelo de playa y de turismo familiar, mientras que Costa da Morte debe estar más enfocado hacia el turismo rural.

-Habla de la importancia de gestionar las playas, ¿qué modelo plantea?

-Yo apostaría por un modelo fácil de implementar y que transmita seguridad. Pedir a los ciudadanos que se inscriban en una aplicación desmotivará a muchos. La parcelación, aunque parezca una opción peregrina, puede ser buena a nivel de seguridad y es fácil de ejecutar. Habría que complementar el modelo con una especie de policía de playa. Yo iría a un sistema mixto, con esta parcelación para los arenales pequeños y en los grandes, apelaría al sentido común de los usuarios. Quizás no haga falta, pero, ¿y si pasa algo? Volvemos a esa necesidad de darle seguridad a la gente. En estos momentos, la clave del turismo está en adoptar medidas de seguridad y transmitirlas.

-¿Pueden salir fortalecidos de estas situación destinos como Barbanza y Costa da Morte?

-Creo que sí, pero habría que analizar diversas variables, como si el visitante de estas zonas es fiel o si con el tiempo crece el miedo de los turistas nacionales a salir afuera. Habría que estudiar el perfil de sus visitantes.