Urge que se pongan sobre la mesa plazos y protocolos de actuación para retomar la actividad
22 may 2020 . Actualizado a las 11:02 h.Si difícil es la situación de muchos sectores económicos, de dramática puede calificarse la que sufren las empresas relacionadas con el ocio infantil. El problema ya no radica solo en que llevan más de dos meses paradas, sino que desconocen cuándo podrán retomar su actividad, teniendo en cuenta que trabajan con niños que, por lo menos hasta septiembre, no regresarán al colegio por ser considerados un colectivo de riesgo a la hora de transmitir el virus.
Golfiño es una de las grandes empresas barbanzanas de este sector y se ha visto atacada por el covid-19 desde diversos frentes, pues cuenta con un parque infantil que ha tenido que suspender decenas de cumpleaños, se encarga de diversos comedores escolares que evidentemente están cerrados, anima fiestas varias llegando a movilizar algún día de verano a más de 80 monitores, imparte talleres de conciliación estivales y capitanea campamentos en toda Galicia. Su responsable, Mario Vidal, asegura que la incertidumbre sobre el futuro es el gran problema: «O ocio infantil non figura en ningunha fase da desescalada, non se nos nomea».
Los empresarios del sector se han aliado en un colectivo a nivel estatal para reclamar información: «Queremos que nos dean datas, aínda que sexa a longo prazo, para poder organizarnos e tomar decisións». Incluso han elaborado un protocolo para adaptar sus actividades a la situación derivada de la pandemia.
En lo que al parque infantil se refiere, Mario Vidal ya pone la vista en el 2021: «Non poderiamos aguantar máis aínda que quixeramos. Se non podemos abrir a comezos do vindeiro ano, teremos que empezar a desfacernos de todo».
Los campamentos, factibles
Sí tiene la esperanza de que haya campamentos de verano: «Haberá que subir o número de monitores e baixar o de participantes, pero con medidas de seguridade e hixiene axeitadas é factible. Un campamento é un confinamento». Y también considera viable llevar a cabo los tradicionales talleres de conciliación estivales: «Haberá que adaptalos, pero son a mellor alternativa para os heroes da corentena, que son os nenos, ou é que eles non entran na nova normalidade? En Barbanza temos natureza para organizar miles de actividades con risco mínimo».
Pero para que las ideas en las que trabajan Golfiño y otras empresas del sector puedan llevarse a cabo, son necesarias unas directrices claras y concretas, que contribuirán también a paliar el miedo que puedan sentir las familias: «Se tiveramos claro como se vai actuar, todo sería máis doado. Os monitores están afeitos a educar a través do xogo e poderían incidir na prevención e na hixiene».
Mario Vidal sabe además que la conciliación es una prioridad para las familias: «Estamos incluso analizando a posibilidade de organizar campamentos pola nosa conta ou poñer monitores a disposición das familias para que vaian ás casas». Tiene claro que ante esta situación es imprescindible reinventarse. Por eso Golfiño está creando una plataforma para continuar con su faceta formativa a través de Internet.
Pero el obstáculo con el que se encuentra a la hora de planificar el futuro es siempre el mismo: «Necesitamos que se nos marquen prazos e protocolos de actuación para volver a traballar con seguridade».