La falta elementos de protección y la obligación de pedir cita previa llevan a muchos a esperar
05 may 2020 . Actualizado a las 19:53 h.
Javier Martínez. peluquero: «Todo el mundo quiere para ya, y es imposible»
Un elevado número de comercios de Barbanza permanecieron ayer cerrados. Algunos porque todavía están preparándose para tener todas las medidas de seguridad y otros porque prefieren aguardar al día 11, cuando ya no será precisa la cita previa. Entre las peluquerías, varias de las que iniciaron la actividad aumentaron el horario para poder atender a más personas.
Los dueños de peluquerías eran conscientes de que, una vez se permitiera la apertura de sus negocios, iban a tener una avalancha de clientes. De hecho, una gran mayoría tenía ya lista de espera. En el establecimiento LG de Boiro, emplazado en la calle peatonal, están trabajando al 30 % de su capacidad para mantener las distancias. Tres profesionales con las tijeras y el secador a punto, pero también con las máscaras. Uno de ellos, Javier Martínez, señala que hay apuro: «Todo el mundo quiere para ya, y es imposible».
Se me empaña la máscara»
Cuando se le pregunta por el desarrollo de la actividad con un protector delante de la cara, reconoce que resulta difícil: «Se me empaña la máscara». En la puerta, un transeúnte aguarda para pedir cita. Quiere para dos personas y Javier Martínez le indica que deberán aguardar hasta el miércoles. El establecimiento es espacioso y resulta extraño ver tantos tocadores vacíos. Martínez comenta que entre el conjunto de empleados harán turnos, de forma que su horario de atención se ampliará de nueve de la mañana a diez de la noche para atender al mayor número de personas.
Elsa Martínez, clienta: «O sistema é excesivo para as tendas»
Con la cita debidamente solicitada, Elsa Martínez acude a la tienda de deportes Atleet de Ribeira: «Pedina onte pola tarde —por el domingo— cando o vin nas redes sociais, porque o meu fillo precisaba calcetíns». Pese a que siguió el protocolo, la mujer reconoce que no le gusta: «Paréceme un pouco incómodo. Tes que chamar por teléfono e pode que non che veña ben a hora que che poden dar. Creo que o sistema é excesivo para as tendas. Poderíase facer coma nas farmacias, que estás á fila na porta e vai entrando xente segundo o aforo do establecemento. A verdade, noutras condicións miraría por unhas deportivas que vin agora».
Estoy dando las citas con un margen de una hora, porque no quiero que los clientes se sientan agobiados»
Por su parte, el propietario, Marcos Casais, indica: «Estoy dando las citas con un margen de una hora, porque no quiero que los clientes se sientan agobiados». Sabe que la semana próxima ya no será preciso concertar previamente la asistencia al negocio: «Para empezar, no me parece un mal sistema. Es mucho mejor que estar cerrados y, por lo menos, te permite coger la dinámica de funcionamiento. Todos tendremos que adaptarnos a las nuevas pautas».
Carmen Hermida, compradora: «Sen cita, a xente iría de paseo polos comercios»
La boirense Carmen Hermida fue, la mañana de ayer, una de las primeras clientas de Rosa Tubío, que está al frente de la librería Nobel de Boiro. La usuaria indica que no solicitó cita previa: «Ía pola rúa e vin que a reixa estaba medio subida. Preguntei se podía entrar e como non había ninguén no establecemento díxome que podía entrar». Al preguntarle por la obligatoriedad de concertar cita con el negocio con antelación, Carmen Hermida manifiesta: «Sen cita, a xente iría de paseo polos comercios. Persoalmente, paréceme que esta norma está moi ben para ir empezando».
A persoa que entra dime o que quere ver e eu amósolle os artigos»
De similar opinión es la comerciante, Rosa Tubío, quien precisa: «Unicamente é durante esta semana considero que resulta adecuado. A partir do 11 xa se determinará o aforo para que os clientes vaian accedendo». Sobre el protocolo de atención que sigue, manifiesta: «A persoa que entra dime o que quere ver e eu amósolle os artigos». Tiene gel para la desinfección de manos y comenta que colocará una papelera con pedal, tal y como establece el reglamento para que puedan depositarse los guantes en ella.
Pablo Hermo, responsable de un comercio multimarca: «Muchos reservan en la web»
Responsable del área on-line de la cadena multimarca de Noia Lolita Moda, Pablo Hermo explica que las tiendas abrirán hoy: «Principalmente para entregar pedidos. Muchos reservan en la web». Sobre este aspecto, precisa: «Después vienen a recoger el pedido a tienda. Ahora bien, quienes lo deseen también podrán solicitar cita para acudir al establecimiento que desee».
Las prendas que sean manipuladas por usuarios de las tiendas se pondrán en cuarentena durante 48 horas, que es la misma medida que se está aplicando con los productos adquiridos por Internet»
Hermo comenta que «estamos poniendo todo a punto». Se refiere a las medidas de seguridad, como geles para facilitar a los clientes, y a aquellas incluidas en el BOE publicado el domingo: «Las prendas que sean manipuladas por usuarios de las tiendas se pondrán en cuarentena durante 48 horas, que es la misma medida que se está aplicando con los productos adquiridos por Internet».
En cuanto a los protocolos de desinfección, Pablo Hermo señala: «Se efectuará la limpieza de los probadores después de cada uso y se aplicarán productos desinfectantes a los elementos textiles que hay en ellos, como las butacas interiores o las cortinas». Señala que «intentamos que todos los productos a aplicar estén al 100 % verificados».
Natalia Lojo, responsable de una tienda: «Ninguén chamou para vir»
Al frente de la tienda de decoración y complementos Natisán en Boiro, Natalia Lojo subraya: «Ninguén chamou para vir». Tiene la reja del establecimiento parcialmente subida y comenta que «se pasa alguén e quere entrar, se non hai outra persoa, deixaríalle pasar».
La dependienta comenta que «isto non son artigos de primeira necesidade. En certo sentido, é algo impulsivo. Podes ver algo no escaparate que che chame a atención e decides entrar ou algún elemento que pode encaixar nalgunha estancia da túa casa».
Salvo que alguén precise algo moi concreto, eu vexo difícil que a xente vaia solicitar cita previa nun negocio coma este»
Natalia Lojo reconoce que tiene miedo a que el consumo se retraiga: «Hai moitas persoas afectadas polos ERTE e iso vaise notar no consumo de aquelas cousas que non son imprescindibles. Incluso, penso que a xente que mantivo a súa actividade ou que non se viu afectada economicamente pode que gaste algo máis, pero penso que será ata un punto».
Manifiesta que existe mucha incertidumbre: «Salvo que alguén precise algo moi concreto, eu vexo difícil que a xente vaia solicitar cita previa nun negocio coma este». Con todo, no ha dudado en abrir la puerta para tentar a los clientes.