La dependencia de otros sectores condena a los colectivos del mar

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

La abrupta caída de la demanda, principalmente por el cierre de la hostelería, arrastra los precios

26 abr 2020 . Actualizado a las 11:52 h.

«Non é que haxa moito peixe, é que hai moi pouco consumo». Con esta frase resumía un palangrero de Ribeira la desesperada situación que atraviesa el sector del mar, se mire por donde se mire. La pesca y el marisquero están considerados una actividad esencial en tiempos de coronavirus, pero la demanda de sus productos ha sufrido un frenazo, cuando no un abrupto parón, y eso está llevando a muchos a plantearse si seguir adelante o abandonar el barco. Sobre todo, porque esta crisis ha puesto en evidencia la dependencia de otros sectores, como el turismo y la hostelería, cuyo cierre está arrastrando a la gente del mar.

Os que se dedican a peixes de máis valor, como sargo ou robaliza, vendían para hostalería, e os que collen especies de consumo doméstico teñen que vender moi barato porque non hai compradores»

«A situación é dramática. Os que se dedican a peixes de máis valor, como sargo ou robaliza, vendían para hostalería, e os que collen especies de consumo doméstico teñen que vender moi barato porque non hai compradores. A centola e a nécora, quen vai comprar ese produto ao non haber turismo?», se preguntaba el patrón mayor ribeirense y presidente de la federación gallega, José Antonio Pérez. El dirigente reconoce que hay mucha preocupación, y más desde que se supo que la Unión Europea iba a articular ayudas para las organizadores de productores, pero no para las cofradías: «As entidades están sen ingresos porque non se vende, moitas van ir a pique, non é xusto que nos deixen de lado, e menos nun momento excepcional, cando nos estamos arriscando traballando sen material de protección e sen nada».

La caída de la demanda, y el consecuente descalabro de los precios, afecta a todos los sectores, y las expectativas de futuro no son demasiado buenas. Incertidumbre es la expresión más escuchada entre la gente del mar en estos días, porque hay muchas dudas sobre cómo responderán los mercados y a qué ritmo se recuperará la actividad económica.

Complicado arrancar

Esta situación está poniendo en peligro muchos puestos de trabajo, como explica un armador del palangre: «Espero que comece a abrir algo a mediados de maio porque con todo tan parado xa non sabes que facer, se parar ou seguir vendendo a uns prezos moi baixos. O problema é que se paras, despois vai ser moi complicado volver a arrancar».

É o que deu a vida, porque para fresco non se está vendendo»

La cosa no pinta mucho mejor para el cerco, que tampoco está encontrando la respuesta esperada en los mercados. Con la campaña de la anchoa recién iniciada, los precios están por los suelos, lo que ha llevado a una reducción de los cupos para tratar de tirar un poco de la cotización: «É o que deu a vida, porque para fresco non se está vendendo». Después de una semana en el País Vasco ya hay quien está pensando en volver.

Mientras, desde las agrupaciones de mariscadores siguen insistiendo en que sus productos no son de primera necesidad y en que se articule algún tipo de ayuda. Llevan un mes prácticamente parados porque no hay mercado en el que colocar el fruto de su trabajo, y lo peor es que seguirá sin haberlo a corto plazo: «Sen turismo, coa hostalería pechada, festas suspendidas e vodas e bautizos aprazados hai unha cantidade enorme de toneladas de molusco que non van ter saída».

Desde el ámbito de la comercialización es desde el único que llega un poco de luz en el negro panorama, gracias principalmente a la apertura de mercados en el exterior. Si bien las exportaciones también se han resentido y las primeras semanas de la crisis fueron muy complicadas, Francisco José Lijó explica que la situación tiende a normalizarse, al menos en su caso: «Ao primeiro foi duro, un caos, sobre todo pola incerteza e indecisión que había, non sabiamos se teriamos problema cos envíos de mercancía polo parón en outros países».

En este contexto, el mar se pone en valor: «Isto debería valernos para saber cales son os sectores que hai que defender».

Daniel Formoso
Daniel Formoso Parri

Daniel Formoso: «Se para todo o sector, será un desastre»

El patrón mayor de Muros y presidente de la federación provincial de cofradías, Daniel Formoso, tiene muy claras las repercusiones de una crisis demasiado larga: «Se para a pesca, o marisquero e a acuicultura, se para todo o sector, será un desastre económico». Sostiene que los profesionales del mar deben continuar con su actividad durante la pandemia, pero demanda ayudas para poder hacerlo: «Parar o mercado non é bo, porque a xente ten que comer, pero non pode ser que o que vaia ao mar teña que facelo perdendo cartos».

Hai que buscar o xeito de equilibrar a oferta e a demanda»

Los precios que se están fijando en estas semanas están abocando a los profesionales a tener que elegir entre quedarse en casa o ir a trabajar arriesgándose a no cubrir siquiera los gastos: «Hai que buscar o xeito de equilibrar a oferta e a demanda, limitando o número de barcos que faenan cada día e establecendo axudas para os días que estean parados».

Ricardo Herbón
Ricardo Herbón MONICA IRAGO

Ricardo Herbón: «Agora é cando se ven as carencias que temos»

Dentro de la preocupante situación general, el parón de la economía no llegó en el peor momento para el sector mejillonero, como reconoce el presidente de Opmega, Ricardo Herbón. Pero si esto se prolonga, el descalabro en las ventas será mayúsculo, de más del 70 %, aunque a estas alturas resulte difícil hacer un cálculo: «É cedo para saber o que vai pasar, pero a repercusión vai ser moi importante. O italiano e o francés son mercados importantes para nós e a estas alturas deberíamos estar dándolle saída a importantes partidas de mexillón para fresco que non estamos tendo».

De nada vale que teñas produto se non o podes vender»

Preocupa, y mucho, qué ocurrirá a partir de mayo, cuando comienza la época fuerte para el bivalvo, si se mantiene el cierre de la hostelería: «De nada vale que teñas produto se non o podes vender». Herbón cree que esto debería servir para reflexionar: «Agora é cando se ven as carencias que temos e a dependencia doutros».

Susana Silva
Susana Silva MARCOS CREO

Susana Silva: «Estamos sin ayudas y el sector lo está pasando mal»

«Si el marisqueo es una actividad esencial, pero no tenemos a quién vender nuestro producto, ¿a qué vamos a trabajar?». Esta es la pregunta que se hace Susana Silva, mariscadora de Cabo de Cruz y vocal de la Asociación Mulleres do Mar de Arousa, que critica la falta de apoyo del Gobierno a una actividad considerada esencial a pesar de las críticas de los productores: «Estamos sin ayudas y el sector lo está pasando mal. Lo que tira de nuestro producto es la hostelería, el marisco no es de primera necesidad, no es lo primero en la lista de la compra de la gente cuando va al supermercado».

Estamos probando, tanteando como va la demanda para no saturar el mercado»

Tras unas semanas de parón absoluto, las cofradías han retomado cierta actividad, pero con limitaciones: «Nosotros fuimos un par de días, Rianxo otros... Estamos probando, tanteando como va la demanda para no saturar el mercado. No hay tanto marisco para regalarlo, no podemos malgastar el producto».

Adelo Freire
Adelo Freire MARCOS CREO

Adelo Freire: «O que nos preocupa é o que está por vir»

El inicio del estado de alarma pilló a los mariscadores de Noia en la recta final de su campaña marisquera, con lo que, aunque confiaban en poder trabajar un mes más, no puede decirse que los efectos de la crisis hayan sido catastróficos. De momento, porque la incertidumbre reinante lleva a la cofradía a mirar con recelo a la próxima campaña. «O que máis nos preocupa é o que está por vir, que vai pasar de aquí a setembro ou outubro, cando volvamos ao mar», explica Adelo Freire, secretario del pósito noiés.

Mentres a hostalería non poida traballar isto vai ir mal»

Aunque la actividad en las concesiones daba sus últimos coletazos, el parón por el covid-19 llegó justo después de un largo episodio e toxina en febrero y un mes de enero sin apenas trabajar: «Estabamos sacando 14 toneladas diarias de berberecho». Esa cantidad de bivalvo ahora sería inasumible para el mercado: «Mentres a hostalería non poida traballar isto vai ir mal».

Iván Carreño
Iván Carreño marcos creo

Iván Carreño: «Nas prazas, o peixe parece un artigo de luxo»

Con la ciudadanía confinada a causa del coronavirus, las ventas de productos frescos se resienten y eso afecta directamente al cerco, como explica el patrón mayor de Portosín, Iván Carreño: «A xente non sae da casa e non vai comprar, como moito vai ao supermercado e tira de produtos envasados, porque é máis cómodo e a maioría non teñen arcóns conxeladores para almacenar o peixe se quixeran».

Nós vendemos o xurelo a 40 céntimos e a xarda a 60, pero a xente vai á praza e atopa o produto fresco a 6 ou 7 euros»

La consecuencia más inmediata de esto es la caída de los precios, aunque eso no siempre repercute en el consumidor: «Nós vendemos o xurelo a 40 céntimos e a xarda a 60, pero a xente vai á praza e atopa o produto fresco a 6 ou 7 euros, o peixe parece un artigo de luxo».

No le va mucho mejor a la flota que está en el País Vasco en la costera de la anchoa: «O primeiro día chegaron a vendela a 0,22. Moitos barcos van mirar como vai esta semana, pero están pensando en volver».