Piratas y corsarios

Alicia Fernández LA CRIBA

BARBANZA

10 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Gente de oficio que atemorizaron mares y océanos desde el siglo XVI. Los primeros, a lo montaraz; y, los segundos, más refinados en el fondo, pero no en las formas. Unos por libre y otros con patente de corso. En lo primero hicimos nuestros pinitos los españoles, más anárquicos; y, en lo segundo, fue maestra la pérfida Albión, históricamente más ducha en el doble juego.

Pues si usted creía que estas prácticas estaban en desuso o fueran abolidas, sepa que no. Eso sí, tanto en unas como en otras hay mayor refinamiento; como corresponde a una sociedad moderna amodorrada y a unos organismos de control que se la cogen con papel de fumar. También ha cambiado la indumentaria y, en vez de espada o pistola, esgrimen bolígrafo.

Para muestra un botón. Tras la puesta en circulación por el Gobierno de instrumentos financieros, a través del Instituto de Crédito Oficial, para proveer de liquidez a empresas y autónomos ante los efectos de la pandemia del coronavirus y ayudar a su supervivencia, ha tenido que salir el propio ICO, el Banco de España y organizaciones de consumidores para advertir de abusos por parte de la entidades financieras en la concesión de esos créditos. Sobre todo, con condicionantes espurios y la obligación de suscribir servicios no deseados. Incluso se ha puesto un número telefónico para las denuncias.

Lo más grave es que esas autoridades conocían esas prácticas y las toleraban. También los reiterados incumplimientos de sentencias judiciales. O los continuos y sistemáticos abusos a sus clientes. Y nadie hizo nada. Ni una sola sanción ejemplarizante. Para eso fichan ex ministros.