El alquiler del negocio, un peso menos

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

marcos creo

El hostelero de Ribeira Alján y las noiesas Rosa Pais y Virginia Rosende no tendrán que abonar la mensualidad mientras estén cerrados

19 mar 2020 . Actualizado a las 17:27 h.

El mensaje más repetido desde la aprobación del estado de alarma es que «desta saímos entre todos», y para que eso sea posible ya hay muchos ciudadanos que han empezado a aportar su grano de arena. De la montaña de preocupaciones que tienen el hostelero ribeirense Antonio Alján y las noiesas Virginia Rosende y Rosa Ana Pais, por la falta de ingresos ante el cierre forzoso de sus negocios, pueden descontar el pago mensual del alquiler. En ambos casos, los propietarios de los bajos que ocupan les han eximido del abono de la renta hasta que puedan reiniciar su actividad. Todos están agradecidos por este generoso gesto, que salió de los propios dueños de los locales, y no han dudado en mostrarlo públicamente.

Alján resume lo que siente de manera muy gráfica: «Es una bocanada de aire muy grande. Es una tranquilidad». Lleva diez años ocupando el bajo situado en la calle Miguel Rodríguez Bautista y explica que su arrendador, José Antonio Piñeiro, le llamó el martes por la tarde para interesarse por su situación y para decirle que le condonaba el pago del alquiler: «Me dijo, ‘no lo hago por ti, lo hago por mi y con esta acción me hago sentir bien’. Conmigo siempre se ha portado muy bien. Cuando he tenido problemas, siempre he podido contar con él».

Los primeros días, Antonio Alján preparó comida para llevar, pero es sincero: «Trabajas con miedo. Tienes contacto con el dinero si te pagan en metálico, vas por la calle. Yo tengo dos hijos y si les pasara algo no me lo perdonaría».

Reconoce que la factura eléctrica sigue sumando porque debe mantener operativas las cámaras frigoríficas y que tiene siete empleados que «llevan años conmigo y son como de casa. Esto te devora. Tengo mercancía que había pedido para Semana Santa por valor de varios miles de euros y he aplazado la entrega con los proveedores. Yo no soy un empresario, soy un currito con trabajadores. Si esto se prolonga, no sé que va a pasar».

Primer aniversario

El futuro también se presenta muy incierto para Virginia Rosende y Rosa Ana Pais. El día 22 iban a celebrar su primer aniversario al frente del Saiñeiro, un local emplazado en la Costa do Ferrador de Noia. Con ayuda de los dueños de su local, iban a traer un dúo y a ofrecer unos pinchos a los clientes, ahora solo piensan en cuándo acabará todo para regresar a su trabajo.

Virginia Rosende elogia la actitud que han tenido los propietarios: «Temos moi boa relación con eles. Sempre intentan axudarnos e ata nos aconsellan, porque eles levan moitos anos no sector hostaleiro e saben ben das complicacións que implica».

El sábado, tras decretarse el estado de alarma, Pais explica que recibieron un mensaje de los dueños diciéndoles que no les iban a cobrar el alquiler: «O venres xa estivéramos con eles e dixéronnos que non teríamos problemas, que ían estar ao noso lado. Precisamente, para ese día tiñamos previsto un evento que tivemos que cancelar».

Virginia Rosende y Rosa Ana Pais regentaban una cafetería en Labarta, pero decidieron cambiarse a un local en el que poder hacer comidas. Ahora todo ha quedado suspendido: «Sabemos que isto vai ter consecuencias. Traballamos para nós, vivimos ao día. Hai moitas cousas que pagar e que non che cobren o aluguer é un alivio».