Barbanza ya tiene su propio espumoso

Ana Gerpe Varela
a. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

marcos creo

La bodega Entre os Ríos elabora el primer vino con burbujas de la zona bajo la denominación geográfica protegida

15 feb 2020 . Actualizado a las 19:40 h.

La cada vez mayor gama de espumosos de factura gallega cuenta ya con representación barbanzana. La Adega Entre os Ríos de A Pobra, siempre en busca de especialidades para ofrecer al consumidor, ha elaborado el primer vino con burbujas de la comarca que, además, cuenta con la singularidad de que escapa del método champenoise para recuperar el modo de realización ancestral.

Explica el viticultor Francisco Crusat, propietario de la bodega, que el proceso seguido es el que se empleaba antiguamente en los conventos gallegos. Fue su hijo José quien decidió indagar para ofrecer una alternativa distinta a lo que se hace de forma generalizada. El resultado es el Komokabras Escumoso Branco, embotellado bajo la denominación geográfica protegida Viños da Terra de Barbanza e Iria.

Sin doble fermentación

La diferencia con el extendido método champenoise, precisa Francisco Crusat, es que carece de una doble fermentación, dado que se introduce en la botella antes de completarse la primera. El resultado: «Un vino muy frutal y con una burbuja fina». Está hecho únicamente con albariño que, asegura el viticultor, es una variedad de uva que posee magníficas propiedades.

Tras una primera experiencia a modo de prueba que tuvo un gran éxito, la bodega sacó al mercado 1.200 botellas que, literalmente, volaron: «Las vendimos en menos de 15 días». Establecimientos hosteleros gallegos han sido los destinatarios de esta nueva incorporación a la amplia saga de vinos Komokabras, lanzada hace varios años por José Crusat, quien ha dado un nuevo impulso a la bodega de su progenitor.

Precisamente, en este espumoso con personalidad propia su artífice adquiere un doble protagonismo, ya que es José Crusat quien aparece en la etiqueta de las botellas. Ese otro elemento distintivo de este vino con burbujas, ya que los caldos que de la serie Komokabras tienen como símbolo la figura de este animal, que puede verse en el petroglifo Pedra das Cabras de Ribeira.

No es el espumoso la única incorporación que Entre os Ríos ha puesto en circulación en los últimos tiempos, ya que también ha sacado un rosado de mencía y un tinto monovarietal de cariño: «Tenemos que hacer especialidades de escasa producción para posicionar a la bodega, y estamos logrando buenos resultados».

Una reducida producción de variedades con mercados en Canadá, Irlanda y Estados Unidos

La Adega Entre os Ríos tiene una pequeña producción, unas 30.000 botellas anuales, de las que más de la mitad se comercializan en el extranjero. Posee una amplia gama de variedades y entre los mercados a los que se destinan figuran Irlanda, Canadá y Estados Unidos. Asegura Francisco Crusat que «nuestro entusiasmo y ganas de hacerlo bien está siendo reconocido». Los pedidos que llegan de fuera se han multiplicado, hasta el punto de que el viticultor asegura: «No podemos atender la demanda».

Además, varios de sus diferentes vinos han recibido destacadas distinciones en diversas ocasiones, poniendo en valor un trabajo que prima la calidad a lo largo de todo el proceso.

La bodega es un constante lugar de experimentación, fruto de la pasión que tanto Francisco Crusat como su hijo José sienten por los caldos. En la actualidad, comenta el viticultor, «está en fase de pruebas la realización de un albariño con velo, como si fuera manzanilla o fino».

Derechos de plantación

La intención de Entre os Ríos es incrementar su producción: «Lo que necesitamos ahora son tierras y autorizaciones de plantación. Necesitamos crecer, llegar a las 100.000 botellas anuales. Nuestro deseo sería triplicar el volumen en un plazo de tres o cuatro años».

El problema, explica Crusat, radica en que existen bastantes restricciones para otorgar permisos para nuevas plantaciones. Manifiesta el viticultor que esto puede suponer un contratiempo para el desarrollo de la indicación geográfica conseguida en el 2006, de la que el fue uno de los principales impulsores.