Manuel Mané: La conexión de los Goya con Boiro

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

cedida

Tiene en Cabo de Cruz su segunda casa y participó en el mejor corto de animación

06 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Es madrileño, pero seguro que son muchos los boirenses que se han cruzado alguna vez con Manuel Mané. Desde hace cuatro años, él acude con frecuencia al territorio barbanzano en busca de descanso y relax. Cabo de Cruz, de donde es originaria su pareja, Andrea Places, ha logrado conquistar a este modelador orgánico, o lo que es lo mismo, creador de personajes en tres dimensiones, que hace unos días tenía el privilegio de sostener entre sus manos uno de los preciados Goya. Él es uno de los integrantes del equipo que le dio forma a Madrid 2120, el considerado mejor cortometraje de animación por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

Mané imparte clases de modelado orgánico en Lightbox, una firma que por una parte tiene un centro formativo y por la otra, es un estudio de animación del que han salido títulos tan importantes como Las aventuras de Tadeo Jones y Atrapa la bandera. «La filosofía es formar a los alumnos como si estuvieran trabajando en una producción real y todos los años realizamos algún cortometraje, porque consideramos que es la mejor forma de aprender, adquiriendo experiencia y trabajando en equipo», explica.

Y uno de esos cortometrajes surgido en el ámbito de las clases es Madrid 2120, una historia que transcurre en un futuro caótico y gris, en el que Nitrogreen, un líquido capaz de generar vegetación instantánea, ha pasado a ser la mercancía de contrabando más valiosa. En ese contexto, uno de los protagonistas se enfrenta al dilema entre seguir con su vida miserable o tirar por el camino fácil para llegar a lo más alto.

En la realización del trabajo participaron medio centenar de alumnos y a Manuel Mané le tocó la parte de supervisar todo lo relativo al modelado de los personajes. Reconoce que la experiencia ha resultado muy enriquecedora y que la consecución del Goya ha supuesto una guinda inesperada: «Ha sido para todos nosotros el premio más importante que hemos obtenido hasta la fecha y lo cierto es que nuestra intención era participar y, sobre todo, trabajar con la metodología de un estudio real. Queríamos brindar una oportunidad única a nivel de enseñanza».

Pero ahora, tras alzar el premio más importante del sector a nivel estatal, este boirense de adopción aspira a seguir por la senda creativa: «La docencia me gusta mucho, disfruto enseñando y considero que los éxitos de los alumnos son también mis éxitos, pero me ha encantado la experiencia e intentaré seguir compaginando ambas actividades».

A Curota, visita obligada

Y seguirá sacando tiempo en su agenda para escapar de Madrid y refugiarse en Cabo de Cruz: «Me gusta la tranquilidad que se respira y la filosofía de vida de la gente, que es muy cercana y sería capaz de darte todo lo que tiene. Es un lugar precioso y que un pueblo sea tan especial viene motivado por las personas que viven en él». Asegura que cada vez que pasa unos días en Boiro es obligatorio subir al monte A Curota: «Las vistas son una pasada. En general, me gusta todo y siempre que voy me quedan lugares por visitar, porque son estampas que te esperas ver en una película de ficción, pero no en la realidad».

La gastronomía de la comarca también enamoró a este madrileño desde el primer día: «No he comido en ningún lugar como allí; de hecho, cada vez que paso unos días en Cabo de Cruz, aunque sean pocos, vengo con exceso de kilos». En una de sus visitas, descubrió una leyenda a cuyos personajes no le importaría dar forma: «La historia de la Santa Compaña me llamó mucho la atención y también me asustó». De momento, Manuel Mané piensa en su próximo desembarco en tierras barbanzanas, probablemente en Semana Santa.

A nivel profesional. Manuel Mané es ilustrador editorial y modelador 3D. Imparte clases en la madrileña Lightbox Academy.

A nivel personal. Lleva casi cuatro años disfrutando de las vacaciones en Cabo de Cruz, de donde es su pareja. Le encanta el paisaje y la gastronomía de la zona.