Ramón Campos: Un noiés tras el taquillazo más terrorífico

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

enrique baro ubach

El artífice de «Velvet» y «Las chicas del cable» da el salto al cine con «Malasaña 32»

29 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Está considerado el primer taquillazo de este 2020 y el mejor estreno de un filme de terror español de la última década. En su primer fin de semana en la gran pantalla, Malasaña 32 sumó 147.000 espectadores. El público tenía ganas de pasar miedo en una sala de cine y la productora Bambú le ha brindado esta posibilidad. La película es «una montaña rusa de emociones, con el primer susto nada más empezar». Lo dice el noiés que está detrás de este éxito audiovisual, Ramón Campos.

De este barbanzano partió la idea inicial de la historia que transcurre en una casa encantada del barrio madrileño de Malasaña, aunque se rodeó de su equipo habitual de guionistas para darle forma: «Fuimos varias cabezas pensando al mismo tiempo». Y sí, Ramón Campos confirma que se trata de un filme basado en hechos reales, aunque por el momento no puede entrar en detalles: «Está inspirado en sucesos que ocurrieron en una casa de Malasaña, pero por cuestiones legales no podemos hablar del tema».

Con esta terrorífica historia, Bambú, la productora que el noiés tiene junto a su mujer, Teresa Fernández-Valdés, da el salto al cine después de triunfar en la pequeña pantalla con series como Gran Hotel, Velvet o Fariña. Y lo hace con el género preferido de Ramón Campos: «Yo soy espectador de terror, pero nunca había tenido la oportunidad de producirlo. Era un sueño que tenía pendiente de cumplir». Sabía que no era fácil, pues en su contra jugaba su trayectoria: «Bambú arrancó con una línea romántica y ya nos costó salir con las series documentales y con Fariña. Ahora dimos el gran salto».

Aunque es difícil predecir el éxito o el fracaso de una película, el noiés reconoce que tenía muchas esperanzas puestas en Malasaña 32. Él y su equipo habían estado mucho tiempo analizando filmes de terror, sobre todo los de Blumhouse: «Estudiamos tanto su sistema de producción como los elementos que contenían sus historias. Cuando cerramos Malasaña sabíamos que contenía esos ingredientes para llegar al público».

Una historia cercana

Narrar una historia que el espectador sienta como propia es, según Ramón Campos, el secreto del éxito en el mundo audiovisual: «Nosotros apostamos por una familia de la España de los 70, una época de la que todos oímos hablar y que muchos vivieron». Y adornaron su día a día con elementos muy reconocibles en el género español de terror: una canica, una peonza, las cuerdas de un tendedero, el juego del veo veo... El resultado es, según el productor, una montaña rusa de sensaciones que se prolonga durante 90 minutos.

La satisfacción por el éxito de Malasaña 32 es doble para el noiés. En el pasado, Bambú había realizado por encargo otro largometraje, El club de los incomprendidos, pero el filme de terror puede considerarse como el estreno de la productora en el mundo del cine: «Tenía muchas ganas, porque este género permite contar historias cerradas, con un principio y un fin. Lo más difícil de las series es saber concluirlas a tiempo y eso es complicado. Lo hicimos con Gran Hotel, Velvet y Las chicas del cable, y estamos orgullosos de ello».

Sin abandonar el mundo de las series, Ramón Campos tiene la vista puesta en el séptimo arte. Tanto es así que ha creado una nueva productora, Mister Fields and Friends, con la que pretende lanzar entre dos y tres películas al año. La próxima será El verano que vivimos y, antes de que acabe el año, está previsto que también llegue a las salas 13 exorcismos, una historia que amenaza con dar mucho miedo. «El género de terror tiene muchos aficionados en el mundo y es un campo en el que se pueden desarrollar gran cantidad de proyectos», explica el productor.

Y ahora que va camino de relanzar el cine de terror hecho en España, el noiés piensa ya en el mercado internacional: «Es increíble cómo llaman la atención fuera las películas de miedo españolas». Ya está confirmado que Malasaña se proyectará en Sudamérica y Estados Unidos. Ramón Campos cruza los dedos: «De momento me preocupa lo que ocurra aquí, pero confío en el éxito internacional».