La entrada de Iván Souto y Cristóbal Álvarez le dio un punto de veteranía y poso al conjunto barbanzano que fue determinante
22 dic 2019 . Actualizado a las 18:55 h.La veteranía fue un grado en Tenerife. Iván Souto y Cristóbal Álvarez salieron al rescate del Rotogal Boiro en su visita al Arona Paradise, conjunto que estuvo cerca de romper la imbatibilidad de los de A Cachada. Ese poso de madurez fue determinante para que los barbanzanos cerraran el encuentro en el tie break por 2-3 (25-20, 25-22, 27-29, 19-25, 12-15), y llegar así al final del año sin conocer todavía la derrota.
«La verdad es que en los dos primeros sets no estábamos jugando mal, pero nos faltaba un puntito de acierto», afirmó el técnico de los boirenses, un Emilio Palacio que reconoció la importancia de sus dos jugadores con mayor experiencia: «El tercero lo empezamos 7-1 abajo y los ánimos no eran los mejores. Con la entrada de Iván y Cristóbal cambiamos el ánimo del equipo e igualamos lo que estaba ocurriendo en la pista».
De un posible 2-0 se llegó al 2-1, punto que avivó al Rotogal contra un rival que ya lo puso contra las cuerdas en su feudo. «El cuarto set lo disputamos mejor que ellos. Conseguimos controlar a sus centrales, cosa que al inicio del choque nos costó mucho», destacó Palacio.
Desequilibrante
Fundamental también fue el papel realizado por Juan Pablo Moreno, quien firmó ocho de los 15 puntos de los de A Cachada en el tie break: «Es un jugador que marca las diferencias. Estuvo excelente en ataque y nos puso las cosas mucho más fáciles».
Después de esta última victoria del año, el Rotogal afronta ahora una semana de descanso antes de comenzar a trabajar de cara a la Copa Príncipe, cuya semifinal se disputará el sábado 11 en Dumbría: «Es importante que los chavales tengan tiempo para ir a casa y visitar a su familia». El 2020 comenzará con uno de los retos más complicados de su historia y es necesario llegar a punto.