Carabela portuguesa: la falsa medusa que coloniza las playas arrastrada por las corrientes

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

La sucesión de temporales ha sembrado el litoral de una especie peligrosa por su potente veneno

29 nov 2019 . Actualizado a las 16:57 h.

Quienes estos días se animaron a dar un paseo por algunas playas de la comarca desafiando a la lluvia y al viento que azotan casi sin tregua Barbanza se habrán fijado en la presencia sobre los arenales de una especie tan curiosa como venenosa. Se trata de la carabela portuguesa, una falsa medusa que coloniza el litoral arrastrada por las corrientes.

La científica marina María Calvo explica que, aunque a menudo se confunde con una medusa, no lo es. Se trata de un organismo formado por una colonia de pólipos o medusas más pequeñas y se caracteriza porque está coronado con una cresta con forma de vela a la que debe su nombre común y que le permite desplazarse impulsada por el viento, las corrientes y las mareas. Es decir, que los ejemplares de Physalia physalis que llegan a las costas barbanzanas no lo hacen por elección propia: «Non teñen capacidade de nadar, senón que cando as correntes se acentúan déixanse levar e son arrastradas», señala la experta.

Carabelas portuguesas en la laguna de Louso tras la ruptura de mediados de noviembre
Carabelas portuguesas en la laguna de Louso tras la ruptura de mediados de noviembre CANDAMO

La sucesión de temporales de las últimas semanas explicaría su presencia en playas como la de Louro, Coroso o en Corrubedo, un hecho que, como explica José Antonio Fernández Bouzas, biólogo y director del Parque Nacional das Illas Atlánticas, no es un hecho aislado. «É frecuente, pasa todos os anos, sobre todo cando hai temporais. Para o ecosistema a carabela portuguesa non é un problema, pero para as persoas é perigosa de verdade».

De entrada, su picadura no es mortal, aunque la sustancia que segregan sus tentáculos tiene una alta toxicidad y, además de un intenso dolor, puede provocar problemas respiratorios e incluso una parada cardíaca. Así que los expertos en la materia aconsejan que, ante todo, no se toquen ni manipulen, ni esta ni ninguna medusa, y que en caso de sufrir una picadura no se eche agua dulce en la herida.

Dos picos

Las carabelas portuguesas no son propias del Atlántico ni de las costas gallegas, sino que proceden de aguas más cálidas y llegan aquí arrastradas. De hecho, María Calvo explica que la presencia de esta y otras especies de medusas abunda en dos momentos concretos: «É algo cíclico, repítese todos os anos debido ás correntes mariñas, e hai dous picos, que coinciden con esta época e coa primavera».

Con todo, hay expertos que señalan que en su expansión por aguas de todo el mundo influyen tanto el cambio climático como la sobrepesca, que acaba con sus depredadores. Entre las especies que se consideran controladores de la población de Physalia physalis figuran el pez luna, las tortugas marinas (especialmente la laúd), algunas aves y cangrejos, el pez ballesta o algunas ballenas.

Otras especies

Calvo señala que un aumento de la temperatura o la falta de depredadores podrían explicar la proliferación de la carabela portuguesa, aunque apunta que lo más seguro es que el fenómeno registrado estos días en la zona obedezca a las corrientes.

De hecho, en el arenal de Louro también se ha detectado la presencia de ejemplares de Velella velella, una especie que tampoco es autóctona, sino que procede del mar Mediterráneo y que también es peligrosa: «Debido a estes temporais, a corrente do Golfo arrastra a esta especie ata aquí».