«As vacas a parir e o lobo a comer»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El rianxeiro Olimpio Vigo es uno de los ganaderos afectados por los ataques, que en las últimas semanas han ido sucediéndose en distintos puntos de la comarca

01 nov 2019 . Actualizado a las 15:08 h.

La última víctima bajo las fauces del lobo de la cabaña de Olimpio Vigo, un rianxeiro con dos explotaciones que suman cerca de sesenta cabezas de rubia gallega, ha sido un ternero de 30 días, por cuya venta podría haber sacado, comenta, algo más de 400 euros dentro de cinco meses. Es una pérdida que se suma a otras sufridas recientemente: «As vacas a parir e o lobo a comer».

Hace muchos años que Olimpio Vigo invierte tiempo y recursos en la cría de ganado: «Fágoo porque me encantan os animais», pero reconoce estar desesperado. Antes de este ternero sucumbieron dos crías, que fueron atacadas en el mismo instante en que salían del vientre de sus madres. Explica que hasta las vacas tuvieron que ser atendidas de las lesiones sufridas: «Houbo que tratalas polas mordeduras e para evitar a infección».

Aunque reconoce no haber visto a los lobos a los que responsabiliza de estos ataques, asegura que «vin as pegadas, son diferentes ás dos cans. E hai máis dun lobo, porque había varias».

Sus manifestaciones se suman a las de una larga lista de criadores de la comarca que explican estar sufriendo bajas en su cabaña de animales de forma constante. Entre ellos se encuentra el lousamiano Enrique Laranga, quien el pasado mes avisó en varias ocasiones a los agentes medioambientales para denunciar la pérdida de varios terneros y potros. También en su caso encontró una cría muerta.

El ganado vacuno de Laranga está libre durante el día, pero por la noche duerme a cubierto: «Tan pronto lles abres a porta quedas sen eles». En el caso de los caballos, están cerrados en una extensión de unas 240 hectáreas.

 

Una veintena de animales

Otro de los damnificados en la sierra de Barbanza es José González, quien contabiliza más de 25 cabezas atacadas: «Cómeno todo, non deixan nada. Dun becerro de dez quilos non queda nada».

Tampoco González Godón tiene dudas de que el artífice de esta sangría es el lobo: «Sabémolo porque se deixa ver, xa sei que resulta difícil de crer». Esta es una afirmación en la que coinciden todos los ganaderos de la zona consultados.

Es más, los afectados indican que los lobos se aproximan a las casas, algo que tampoco es habitual, y que incluso lo hacen de día, otra práctica inusual.

Un ejemplo de que los depredadores acechan a sus presas en cualquier momento es el relato que realiza el boirense Andoni García, quien cuenta como, hace varias semanas, ahuyentó a tres lobos que «nun instante» mataron seis cabras. Este joven ganadero explica que sacó a los animales del establo, a las ocho y media de la mañana, para dejarlos en una cerrada próxima: «Cando viña de volta escoitei ladrar aos cans e regresei ao sitio. Había tres lobos».

Manifiesta el boirense que no es la primera vez que sufre la pérdida de ejemplares, aunque nunca un suceso como el acontecido en esta ocasión. Indica que terneros y potros cayeron anteriormente presos de los colmillos de los mamíferos.

Estos ataques suponen grandes pérdidas para los afectados. Al preguntarles por esta cuestión, precisan que el valor de mercado de cada uno de los ejemplares que han perdido en los últimos meses oscila entre los 400 y los 600 euros. José González comenta que las hembras son las que alcanzan mayor valor. También es a las que los ganaderos tienen más reticencias en vender y cuya pérdida les ocasiona mayores perjuicios.

Los criadores se quejan de la falta de ayudas y piden mayor apoyo de las Administraciones

Hace tiempo que criadores de la comarca denuncian la existencia de ataques de lobos. El colectivo manifiesta sentirse indefenso y reclama mayor apoyo de las Administraciones. Esta situación les llevó, a principios de año, a juntarse para reclamar la adopción de medidas. Una de las cuestiones que se les plantearon en las reuniones mantenidas con representantes de la Xunta es que debían notificar cada una de las pérdidas que tuvieran.

Algunos lo están haciendo «polo menos para que conste», aunque afirman tener pocas esperanzas de que sirva de algo. Otros optan por no notificarlo porque, aseguran, «non pagan as perdas que sofres».

Son varios los criadores que comentan que, si las cosas continúan igual, probablemente muchos abandonarán su actividad porque «non resulta rendible». Tampoco falta quien afirma que «a actividade dos gandeiros non se ten en conta. Non teñen respecto por ela e resulta moi importante para os montes».

Como al principio 

A comienzos de año, un buen número de ganaderos del área barbanzana decidieron unir esfuerzos para que las Administraciones escucharan su voz y se buscasen alternativas a las pérdidas de reses que sufren. Tras un largo período, los criadores vuelven a dar la voz de alarma sobre los incesantes ataques. Se los atribuyen al lobo, el eterno enemigo. Sería conveniente averiguar qué está pasando y cuál es la causa para atajarlo.