Medio kilómetro de garabatos

P. Bretal RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Pintadas masivas en las nuevas luces del paseo de O Touro evidencian el problema que supone el vandalismo en Ribeira

23 oct 2019 . Actualizado a las 20:20 h.

Quizás fuese demasiado bueno para ser cierto, pero al final se ha acabado imponiendo ese lamento popular de que no se pueden tener cosas bonitas. El paseo de O Touro -que conecta la playa de A Secada con el muelle de A Ameixida- está siendo objeto de una actuación por la que se están instalando varios puntos de luz a lo largo de su recorrido. En la última semana, la línea de luminarias colocadas apareció con todas las partes superiores de los focos pintarrajeados con una suerte de estrella. Es decir, poco más de medio kilómetro de garabatos.

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El dibujo que se repite en las carcasas de estos faroles bajos se asemeja a una serie de bocetos de alguien que trata de realizar una estrella de cinco puntas, pero no parece haber logrado una evolución. El Concello está valorando el coste de la limpieza y trata de averiguar la autoría de los daños con la Policía Local para que el responsable pague el importe.

La estampa devuelve a la mente los abundantes casos de pintadas registradas a lo largo del municipio y en el propio barrio. Precisamente, el entorno de O Touro no había sido ajeno a la acción de los amantes del rotulador y el espray, ya que en sus inmediaciones se encuentran casos anteriores, incluso de mayor tamaño, como una gran cucaracha realizada con plantilla.

La curva del amor

En las pasarelas de madera, concretamente en el tramo inicial desde A Secada, se encuentra la bautizada en letras rojas como «curva del amor». A lo largo de un segmento del apoyabrazos pueden leerse los nombres de algunas parejas históricas o de la literatura universal, como Ginebra y Arturo, pero también el de vecinos de la localidad.

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