El Valedor do Pobo registró casi 300 quejas de barbanzanos el pasado año

Francisco Brea
fran brea RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Las reclamaciones pedían desde arreglos de viales hasta devoluciones de recibos

11 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando los ciudadanos nos encontramos ante una situación que nos parece injusta, tenemos el derecho a quejarnos y diferentes mecanismos para hacerlo. Uno de ellos es el Valedor do Pobo, un organismo que está a disposición de los gallegos para velar por la defensa de los derechos y libertades recogidos en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía. Recientemente, la actual responsable, Dolores Fernández Galiño, presentó el informe con los datos correspondientes al 2018, en el cual se refleja que se registraron 291 quejas llegadas del área barbanzana.

El pasado año, los habitantes de la zona protestaron más que en el 2017, cuando el Valedor do Pobo recibió 141 reclamaciones. Pero lo curioso es que para superar esta cifra se bastaron los vecinos de A Pobra. En este municipio, una petición secundada por 175 personas fue la más llamativa. El motivo, uno de los recurrentes en todos los concellos: el mal estado de una carretera.

Concretamente, los casi doscientos pobrenses indignados denunciaron en el mes de mayo el mal estado de la vía que transcurre entre los lugares de Cadreche y Vilariño, en Posmarcos. Según el informe, los vecinos manifestaban que «presentaba multitud de baches producidos por el intenso tráfico de vehículos y camiones, falta de mantenimiento y limpieza del arcén, que provocaba que las aguas discurrieran por la calzada contribuyendo a un importante deterioro».

La memoria presentada por la valedora indica, además, que los afectados habían presentado varias quejas en el Concello, pero que estas no habían sido atendidas. El estado de la carretera también llegó al pleno pobrense, con una moción presentada por el PP y el BNG. El portavoz de los populares, Manuel Durán, afirmó ayer que «lo que hicieron fue bachear y nada más».

Un final feliz

Uno de los casos con mayor repercusión que también llegó al organismo autonómico fue el del estudiante boirense Pablo Godón. El joven con necesidades especiales quería continuar sus estudios en el instituto de A Cachada, pero la Consellería de Educación no autorizaba su ingreso en el centro.

Finalmente, gracias también al apoyo popular y a publicaciones realizadas en este medio, la Xunta garantizó la presencia de un docente de Pedagoxía Terapéutica y un cuidador para Pablo, mientras que el Concello realizó la obra precisa y el traslado del material necesario.

 

Cuestiones económicas

También la intervención del Valedor do Pobo puede tener repercusiones económicas. Esto lo sabe bien una vecina de Rianxo, que se quejó de que después de la expropiaran dos fincas de su propiedad para la construcción del polígono industrial en el año 2009, todavía no había cobrado toda la cantidad económica que le correspondía.

Tras varios años de lucha, la rianxeira pudo finalmente percibir los más de 2.500 euros que le adeudaban.

En Porto do Son, un vecino solicitó en nombre de su abuela, de 95 años, la devolución de unos ingresos indebidos que correspondían a recibos de agua y saneamiento del tercer trimestre del año 2013 y que hasta ese momento, a pesar de haberlo reclamado dos veces más en septiembre de 2016, no le habían sido devueltos. No fue hasta febrero de 2018 que, después de sucesivos requerimientos, el Ayuntamiento sonense comunicó que ya se había dictado un decreto y que resolvía reintegrar los importes de 33,39 y 21,23 euros correspondientes a los citados recibos.

Tampoco faltaron quejas por ruidos generados por locales nocturnos, que se concentraron en el municipio de A Pobra.