El marisqueo de a pie ha perdido 350 productores en 15 años

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

matalobos

El sector pasó por un proceso de reconversión para hacer más rentable el negocio

04 oct 2019 . Actualizado a las 20:25 h.

Son un auténtico batallón y uno de los colectivos productivos más importantes de la comarca. Son los mariscadores de a pie. Es fácil verlos cada mañana dirigirse a los arenales con sus rastros en busca del preciado bivalvo. Esta actividad, que hace años estaba infravalorada, se ha convirtió en una fuente de ingresos a tener en cuenta. En la actualidad, este colectivo está integrado por 986 personas con permiso de explotación. Hace 15 años la cifra era de 1.335, casi 350 más. Desde diversos pósitos, señalan que, aunque son menos, la productividad se incrementó de forma considerable.

Los representantes de las principales cofradías o agrupaciones de la zona lo tienen muy claro: «Non era rendible dedicarse ao marisqueo a pe». Sacar un jornal hace más de diez años era casi misión imposible, según apuntaron profesionales consultados.

La Administración también es consciente de que antes había más productores que en la actualidad. Fuentes de la Consellería do Mar destacaron que Galicia inició una etapa de estabilidad en lo que a número de permisos de explotación de marisqueo a pie se refiere en los últimos cinco años. «O 2015 foi o primeiro desde o 2000 no que aumentou o número de profesionais, con 375». El año pasado, en Barbanza se incrementó el número en diez con respecto al 2014.

Desde la consellería explican que para el otorgamiento de las licencias se tienen en cuenta las peticiones realizadas por las cofradías en función del estado biológico de los recursos y las posibilidades de explotación, con el objetivo de evitar la masificación y, además, para que se garanticen unas ganancias mínimas a los profesionales del sector. «O obxectivo é ter unha actividade sustentable con todas as garantías nos eidos ambiental, económico e social».

Noia, a la cabeza

Uno de los pósitos que más ha visto descender el número de trabajadores de a pie en la comarca fue el de Noia. En este sentido, cabe resaltar que en los últimos 15 años se dejó en el camino un total de 159 profesionales, según los datos de la Xunta. Un portavoz de la entidad marinera noiesa comentó que a finales del siglo pasado y a principios de este la situación marisquera en la ría no era nada buena. El cabildo decidió en el 2001 no cubrir vacantes por bajas, por lo que el número fue cayendo hasta el 2011.

La medida adoptada tuvo la finalidad de aumentar la renta de los productores, pues esta era muy baja ya que había sobreexplotación y apenas «eran capaces de sacar un soldo digno. Non interesaba repartir miseria». Ahora, la situación está normalizada y el pósito mantiene una media de 395 mariscadores de a pie al considerar que es la cifra ideal para que los profesionales puedan vivir de su trabajo. Desde la cofradía indicaron que durante una campaña se pueden sacar más de 12.000 euros.

Una actividad que tan solo era un complemento y en la actualidad está profesionalizada

Arenales de Rianxo y Cabo de Cruz también comprobaron que, con el paso de los años, descendía el número de mariscadores de a pie. En la villa rianxeira perdieron esa condición más de 60 personas y en Boiro más de 40. Representantes de este colectivo en dichas localidades coinciden en que antaño era una ocupación complementaria, pues no se podía vivir de la extracción de bivalvo ya que «non daba».

El patrón mayor de Rianxo, Miguel Iglesias, comenta: «Hai uns anos, a xente non vivía disto. Ía ao mar para gañar moi pouco e agora a cousa mellorou». Sin embargo, recalca que tienen un problema que les preocupa mucho, el furtivismo: «Levamos máis de 1.800 expedientes abertos no que vai de ano».

La presidenta del colectivo de Cabo de Cruz, Charo Vázquez, reconoce que antes no se ganaba casi nada y mucha gente compaginaba esta actividad con otros trabajos, pero que en la actualidad «mellorou bastante e sacamos un soldo decente».