Manuel Paz mira al Mundial tras los dos metales del Europeo

s. gómez

BARBANZA

CEDIDA

El veterano corredor y mítico fundador de Los Tamara logró el bronce en Venecia en los 200 metros lisos, y la plata en los 400

25 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Paz (Noia, 1933) ya está a la caza de nuevos retos. Después de los dos metales cosechados en el Campeonato de Europa Máster disputado en Venecia (donde fue plata en los 400 metros lisos, y bronce en los 200) el veterano atleta pone la mirada en el Campeonato del Mundo, que se celebrará el próximo año en Toronto, Canadá.

«Soy un aprendiz de la velocidad. Aunque haya competido en maratón durante muchos años, esto es diferente», reconoce Paz, también fundador del mítico grupo Los Tamara. «En Italia me tocó competir contra dos alemanes que llevan muchos años de experiencia en esta disciplina. En cuanto empezó la prueba sabía que no podía cogerlos».

Es por ello que Manuel Paz contará con un nuevo entrenador de cara a los retos que tiene marcados. «Lo he hecho solo hasta ahora y ha sido mucho sacrificio. A partir de ahí estaré con Manuel Carballo, un experto, que me enseñará cómo debo salir, cómo debo correr... Necesito seguir aprendiendo».

Aunque la gran cita que tiene en mente es el Mundial, el veterano campeón quiere acudir al Campeonato de Europa de pista cubierta, que se celebrará en marzo en Braga, Portugal: «Me quedé con ganas de subirme al podio y poder escuchar el himno nacional. Creo que podía haber conseguido algo más, pero una vez que lo analizo soy feliz por las dos medallas logradas».

Sin clavos

Paz se mostró orgulloso por los tiempos que consiguió en el Europeo disputado en Venecia. En la prueba de 400 metros hizo una marca de 1,37.26, mientras que completó la de 200 en 41.26. En esta última, Paz partió con una clara desventaja: «Pasó lo que tenía que pasar. No me dio tiempo a entrenar con clavos y corrí con unas zapatillas normales. Fui el único que fue así y no pude seguirles el ritmo. Fue mi error».

En la de 400, confiesa que llevaba buen ritmo, aunque «no conseguí el oro por culpa mía. Escuché un ruido, miré atrás y vi a los rivales que se me venían encima. Cuando reaccioné uno me había pasado». La primera revancha podrá tenerla en Braga. La segunda queda para el Mundial de Toronto.