Un estudio pone contra las cuerdas siete depuradoras de la comarca

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

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La Xunta detectó anomalías en las plantas de tratamiento de gestión municipal

04 sep 2019 . Actualizado a las 16:13 h.

El saneamiento de las rías es una prioridad de las autoridades. El buen funcionamiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales es fundamental para conseguir este objetivo. En este sentido, Augas de Galicia hizo en febrero un estudio sobre el estado de las depuradoras que gestionan los concellos. En la comarca tienen esta condición siete plantas, las cuales no salen muy bien paradas en el informe, aunque en algunas se están realizando las mejoras oportunas. Se trata de las instalaciones de Boiro, Carnota, Corrubedo, Noia, Outes, Rianxo y Ribeira. Cabe señalar que las restantes, que se corresponden con las de Muros, Esteiro, Porto do Son y A Pobra, están en manos de Augas de Galicia.

Una de las plantas que salen peor paradas en el estudio era la de Noia. Y es que los encargados del trabajo relataban que se detectaron numerosas deficiencias que incluso podían suponer un riesgo para el personal de la planta por problemas en la estructura de la cubierta.

El alcalde, Santiago Freire, destacó que se firmó un convenio con la Xunta y se realizan mejoras para frenar su deterioro. «Firmamos un convenio coa Administración que aporta 150.000 euros para mellorar a planta». Recordó que el estado de deterioro era muy importante, pero «a instalación xa se está mellorando», e incluso los parámetros de calidad del agua que sale de la depuradora «melloraron moito».

La instalación de Rianxo tampoco sale muy favorecida en el estudio que reconoce que los principales problemas son la presencia de vertidos industriales y la incapacidad para tratar las altas cargas recibidas, entre otros. El mandatario, Adolfo Muíños, comentó que las mejoras ya están en marcha y espera que las actuaciones acaben con un problema que viene padeciendo el municipio desde hace tiempo.

Sequedades bajas

El estudio tampoco deja bien parada la planta de Boiro. Los técnicos suscriben que los aceleradores de flujo están averiados con lo que la depuradora tiene los rotores funcionando continuamente. La deshidratación se realiza directamente del lodo procedente de los reactores obteniendo sequedades bajas y altos tiempos de deshidratación. También afirman que es necesario realizar un control del caudal de los bombeos externos en tiempo seco para verificar que se corresponde con el valor medido en la planta. José Ramón Romero, el alcalde boirense, señaló que desconocía las anomalías por lo que investigarán la situación para tomar las medidas oportunas.

Augas de Galicia calificó de muy deficiente el mantenimiento de los equipos de la planta de Outes que además tiene problemas inherentes al tipo de proceso que limitan su capacidad para tratar las cargas de diseño. El mandatario, Manuel González, dijo que tenía conocimiento de las anomalías y están pendientes de reunirse con la Xunta para colaborar en el financiamiento de las obras pues su reparación, «para nós é prioritaria».

En cuanto a la instalación de Carnota, el estudio apunta que se producen incorporaciones de aguas blancas y marinas a la red de saneamiento.

Las depuradoras de Ribeira y Corrubedo tampoco están en las mejores condiciones, según el informe. Mientras en esta última se produce la presencia de aguas pluviales, en la de Couso hay filtraciones de agua de mar y también falta mantenimiento, entre otras cuestiones.