Carlos Ordóñez graba su nombre en la arena de Portugal

A. PARADA

BARBANZA

PEDRO MEIRA - FMP

Motociclismo El piloto rianxeiro lidera la clasificación de las dos ligas de Enduro lusas

04 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Carlos Ordóñez Burés (Rianxo, 1996) es el nombre que está sonando en los circuitos de motociclismo al otro lado del río Miño. El joven piloto encara la recta final de las dos competiciones de Enduro por excelencia en Portugal, la liga de hard enduro y la de súper enduro, en las que se ha ganado a pulso ser el líder de la clasificación. En la última de ellas lo logró después de haber conquistado la prueba de Maçao, con la autoridad que supone haber realizado el mejor tiempo de los entrenamientos de su categoría -open- y siendo el ganador de las tres mangas.

Aunque no es la disciplina del motociclismo en la que mejor se siente, desde el comienzo de la competición regular, Carlos Ordóñez entró como un rayo para hacer pleno en hard enduro, donde conquistó los tres primeros circuitos -Valongo, Chaves y Monsaraz-, a falta de un par de pruebas para que en septiembre finalice la competición.

Por el contrario, el rianxeiro se siente como pez en el agua en súper enduro, ya que más que la velocidad prima la habilidad para sortear obstáculos propios del motocrós y Ordóñez cuenta con gran habilidad en el trial. Con su compañero y máximo rival lesionado -al que le dedicó el último título en Maçao-, prácticamente ya tiene el trofeo en sus manos. Las últimas dos paradas, en el Algarve y en Vila do Bispo, serán meros trámites.

El mundial

En esta temporada, Carlos Ordóñez también ha tenido tiempo de levantar un título del mundial de hard enduro en Lagares y un segundo puesto en la parada de Palencia, ambas en expert. «En Palencia foi distinto, o gañador saía da suma dos postos das tres xornadas», recordó el barbanzano, que hizo un gran papel en la prueba más similar al súper enduro, en la que no le costó hacerse con la mejor marca.

En la siguiente jornada, una carrera de campo abierto de 150 kilómetros, tuvo que conformarse con el cuarto puesto, desde donde vio que se acercaba a los mejores, pues en lo alto del podio estaba el campeón mundial de esta disciplina. Un día más tarde le tocó otra carrera de velocidad en la que salió en la posición número 50. Acabó en la vigesimonovena plaza, adelantando incluso a pilotos de categorías superiores y preguntándose cómo hubiera acabado saliendo en un vigésimo puesto.

«No mundial fréanme un pouco a falta de tempo para adestrar e o presuposto, pero para o ano tentarei estar en todas as probas deste circuíto e acudir a Austria ao Erzberg Rodeo, a carreira de hard enduro máis antiga e prestixiosa do mundo», explicó el piloto sobre uno de sus sueños.

Subir de nivel

«Moita xente dime que me quede máis tempo nestas categorías, pero a min non me interesa subir ao podio, o que quero é subir de nivel. Imaxina un rapaz que ten a posibilidade de xogar contra o Madrid ou o Barça, para min montar ao lado de quen considero os meus ídolos sería o mesmo», contó el rianxeiro, con altas dosis de madurez, de su objetivo de ascender en ambas competiciones para la próxima temporada.

No obstante, detrás de estas hazañas se esconde una difícil realidad, la de un joven que hace malabares para costearse combustible, arreglos técnicos y largos desplazamientos, con el inestimable apoyo de un puñado de firmas comprometidas y del Concello de Rianxo. Su otro gran problema pasa por conseguir un espacio digno para entrenar. Por ello está tratando de lograr que le dejen el antiguo campo de fútbol de O Araño, donde quiere crear un circuito abierto a todos.