Reconocimiento a la lucha contra el furtivismo

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Edgar Verde, vigilante en Cabo de Cruz, y Juan Míguez recibieron una mención honorífica de la Guardia Civil

16 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La lucha contra el furtivismo no es sencilla, porque quienes cogen el bivalvo al margen de la ley saben como escabullirse y quienes intentan evitarlo se encuentran con frecuencia con demasiadas limitaciones para poder hacer su trabajo. Si la vigilancia se desarrolla en concesiones marisqueras como las de Cabo de Cruz, el trabajo se complica. Este es uno de los lugares de Galicia marcados en rojo por la elevada afluencia de ilegales. Por eso, que se reconozca la actividad de los guardas rurales siempre constituye un motivo satisfacción.

Los vigilantes Edgar Verde y Juan Míguez -quien hasta hace unos días trabajaba en el pósito de Cabo de Cruz- recibieron de la Guardia Civil sendas menciones honoríficas por su lucha diaria para erradicar el furtivismo, que tantos perjuicios conlleva tanto para los profesionales que legalmente desarrollan las labores de extracción como para los bancos de bivalvo.

Segunda ocasión

En el caso del guarda rural Edgar Verde, sus desvelos ya tuvieron anteriormente el reconocimiento de la Guardia Civil. En aquel momento trabajaba en otra cofradía y también recibió un diploma honorífico.

En el caso de Cabo de Cruz, existe una estrecha colaboración entre los vigilantes y la Guardia Civil. Con frecuencia, los agentes del instituto armado acuden a la llamada de los guardas rurales para proceder a la identificación de furtivos o a la inspección de vehículos en cuyo interior se sospecha que puede haber marisco cogido ilícitamente.

Las concesiones de Cabo concentran un elevado número de productores que faenan sin permiso y los enfrentamientos con los guardapescas se producen con frecuencia. Edgar Verde y Juan Míguez han sufrido lesiones en más de una ocasión.