Nuevas campañas apuestan por convertir la isla de Sálvora en ejemplo de sostenibilidad

e. v. pita VIGO / LA VOZ

BARBANZA

PITA

El territorio del parque natural Illas Atlánticas que preside la ría de Arousa consolida su aldea

08 jul 2019 . Actualizado a las 15:35 h.

Reserva natural en estado puro. Han pasado once años desde que la Xunta es titular de la isla de Sálvora, que el Estado compró por 8,5 millones a Abanca en el 2007. Este archipiélago que preside la boca de la ría de Arousa forma ya parte del Parque Nacional das Illas Atlánticas, pero a diferencia de las Cíes y Ons, está deshabitada, no es posible acampar y los visitantes van acompañados de guía y solo pueden bañarse en la playa del almacén, cercana al muelle y el castillo. La dirección del parque y la Xunta promueven diversas campañas para que Sálvora se convierta en un ejemplo de sostenibilidad. Reparar la aldea, trasladar a varios caballos, montar un albergue en el faro o eliminar las especies invasoras son sus retos.

La isla presenta un buen estado de conservación. Sus aguas están limpias y cristalinas, hay criaderos de aves y se ven polluelos de gaviotas por las rocas sin estrés por los turistas, las playas de arena fina son impecables. Las dunas desbordan de vegetación silvestre como la herba de namorar, amapolas amarillas y cardos. Sin embargo, las charcas valladas para recuperar anfibios están cubiertas de lonas y secas.

El paisaje formado por cantos rodados anaranjados le da un toque fantasmal a una panorámica presidida por las islas Ons y, en la lejanía, las Cíes, y los islotes pedregosos de la ría de Arousa. Los visitantes llegan al muelle en barco con excursiones guiadas y solo pueden pasear por tres senderos en grupos de 25 personas. Está prohibido atajar por las dunas. Una pasarela de madera lleva al pazo-almacén que alberga un museo dedicado a la industria de salazón. Es austero y el único lugar de la isla con aseos. Expone los depósitos para salar creados en el siglo XVIII, huesos de animales, una calesa restaurada por una asociación de Ribeira y una dorna. Se quiere arreglar otra barca. Al lado está la capilla, antigua taberna que sirve de trastero a la espera de que se rehabilite. Los otros caminos al faro y la aldea están bien señalizados.

La Administración continúa con su proyecto de consolidar la aldea de los colonos, abandonada en 1972. El director del parque nacional, José Antonio Fernández Bouzas, explica que la restauración de las cimas de los tejados evitó su ruina y ahora falta cubrirlos con tejas de estilo antiguo. Se repararon cuatro hórreos y la fuente. Los visitantes pueden acceder a la aldea y entrar en la casa del patrón, cuya cocina bilbaína almacena botellas. Un galpón conserva un viejo tractor.

La Administración planea convertir el faro, dependiente del Puerto de Vilagarcía de Arousa, en un albergue juvenil y cuyo objetivo sería educar en la sostenibilidad y el cambio global. Habría un museo sobre el naufragio del Santa Isabel. La idea está en pañales y el faro presenta un aspecto deslucido, con vallas quebradas y caballos pastando allí.

La dirección del parque ha apostado por eliminar las especies invasoras, como la uña de gato y la cala, y se vigila que no entre el visón americano. Por otra parte, varios caballos autóctonos que ya han criado serán traslados a finales del verano a un centro de recuperación de fauna salvaje para que repueblen otro lugar.

Un «thriller» sobre las heroínas que salvaron a 53 náufragos se estrenará el próximo año

Los cuatro hórreos de la aldea fueron bautizados en el 2014 con el nombre de las tres heroínas que salvaron a 53 náufragos del correo Santa Isabel, el Titanic español hundido en Sálvora en enero de 1921. Murieron 213 emigrantes. Otro hórreo homenajea a Luis Cebreiro, el segundo oficial del buque. Las aldeanas hicieron varios viajes en una dorna en medio de una tormenta para evacuar a náufragos, que se aferraron a los costados. La gesta de María Fernández, Josefa Parada y Cipriana Oujo tuvo sus claroscuros, lo que abordará el largometraje El Santa Isabel que se estrenará a principios del 2020, según dice Juan de Dios, de Agallas Films. Está en fase de postproducción, cuestión de meses.

La directora del filme, Paula Cons, explica que «lo sorprendente es cómo no ha sido antes objeto de alguna obra más. Sé de un relato y desde luego los libros de no ficción. Para mí, como periodista que soy, todas las historias que han sido ocultadas o injustamente olvidadas me fascinan. Y más cuando son protagonizadas por mujeres. Y quiero pensar que a parte del público le pasará igual. A mucha gente le fascinan las historias de héroes y antihéroes, los barcos, naufragios, islas y microcosmos cerrados. Y además he tratado de darle a la película un tono de thriller».

Las navieras fletan excursiones desde O Grove cada día

En barco privado se puede visitar la isla de Sálvora cualquier día del año. Es frecuente ver veleros en el muelle. Hasta 14 operadores ofrecen rutas desde Ribeira y O Grove. Las principales son navieras que fletan viajes diarios por 20 euros desde O Grove. La excursión dura cuatro horas por las mañanas. Cruceros Ángel hace visitas guiadas, lo mismo que Cruceros do Ulla. Para entrar en la aldea deshabitada hay que ir con guía. Límite de 250 visitantes al día.