El último regidor socialista de Boiro es clave para que el PSOE consiga la alcaldía

Ramón Ares Noal
Moncho Ares RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La Voz

Muros y A Pobra son los otros dos municipios en los que el bastón de mando sigue en el aire hasta última hora

15 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Corría 1991 y se celebraban las cuartas elecciones municipales de la democracia. Boiro venía de un convulso mandato en el que una moción de censura apeara de la alcaldía a Manuel Velo, que, al frente del PSOE, había logrado una amplia mayoría absoluta (11 de 17 concejales) cuatro años antes. El electorado volvía a votar mayoritariamente al mismo Velo que encabezaba la papeleta socialista, pero se quedaba a un acta de la ansiada mayoría absoluta, que apuntaló con el apoyo de un edil del BNG.

Fue el último mandato socialista en Boiro, y tanto el partido como el que entonces lo encabezaba vuelven a encontrarse, 28 años después, con misma alcaldía por el medio, aunque, esta vez, el candidato a regidor es otro, José Ramón Romero, Martiño, que, salvo sorpresa, se convertirá en el séptimo alcalde del municipio en el período constitucional. Y si es cierto que el término siempre ha estado abonado a las sorpresas, parece improbable que este mediodía se produzca una, máxime teniendo en cuenta que la mayoría absoluta de la lista más votada, la del PP, se encuentra a dos actas y todos sus rivales se han expresado a favor de un cambio de gobierno.

Después de Ribeira, donde todo parece encaminado a la tercera alcaldía de Manuel Ruiz, que también está a dos ediles de la mayoría absoluta, Boiro es un Concello muy apetecible a nivel político, y la pica en Flandes de un PSOE que sueña con volver a aquellos tiempos de dominio socialista en el territorio barbanzano. Si nada se le tuerce a los del puño y la rosa, esta noche se acostarán con al menos dos bastones de mando en la zona, porque el de Carnota se puede considerar seguro, por ser la lista más votada el 26-M, encabezada por Juan Manuel Saborido.

Diferencias insalvables

Bien es verdad que los socialistas vieron la posibilidad de hacerse con el mando del Concello de Muros, donde las fuerzas de izquierdas son mayoritarias y el PSOE, el más votado de estas, pero las diferencias insalvables entre la cabeza de lista del puño y la rosa, Caridad González, y la de Compromiso por Galicia, María Xosé Alfonso, han imposibilitado un acuerdo previo y un desenlace que no se hará firme hasta el pleno constituyente de hoy, pero cabe recordar que en el 2015 se produjo una situación similar y la que hoy niega el respaldo a la socialista sacó provecho de la maniobra de aquella para gobernar en minoría los últimos cuatro años.

Y el tercer municipio sobre el que, al cierre de esta edición, sobrevolaban algunas incógnitas es A Pobra, donde, como puede leerse en esta misma página, Nós y el PSOE alcanzaron un acuerdo de gobierno, pero la terca aritmética señala que no suman la mayoría absoluta, y si bien el BNG (dos concejales) ya ha dicho por activa y por pasiva que no apoyará al PP (cinco concejales), en los últimos días los mentideros hablan de un harakiri popular que daría la alcaldía a los frentistas.

En lo que atañe a los demás concellos, los pactos de gobierno auguran tranquilidad en Noia y Rianxo, pero no tanta como en las mayorías absolutas de Mazaricos, Porto do Son y Lousame, mientras que en Outes gobernará la lista más votada.