El Noia araña un punto en la fiesta de un Burela campeón

S. Gómez

BARBANZA

Xaime Ramallal

Dos zapatazos de Pizarro y otro de Quílez permiten al conjunto barbanzano abandonar por fin la zona de descenso

13 abr 2019 . Actualizado a las 21:30 h.

El Noia Portus Apostoli se coló en la fiesta de un Pescados Rubén Burela que ondeó ante su público un nuevo título liguero. Lo hizo tras firmar un empate a tres goles que le sirve para dar el salto de categoría y a los barbanzanos para escapar, después de varios meses, de los puestos de descenso. A falta de dos partidos para cerrar la temporada, los de Marlon Velasco vuelven a depender de sí mismos. Los duelos contra Manzanares y Rivas dictarán sentencia.

Con el cartel de no quedan entradas arrancó el enfrentamiento en Vista Alegre. El Burela se adueñó del balón desde los primeros compases. Delante tuvo a un bloque serio, sólido y que intentó dificultar la circulación del cuero. Hélder y Renato fueron los más activos del campeón liguero, mientras que Pizarro, Marci y Uri buscaron crear incertidumbre en la escuadra rival.

Aunque ambos equipos gozaron de ocasiones abundantes para abrir el marcador, el Noia golpeó primero. Pizarro, en los últimos segundos del tiempo inicial, pegó duro desde la frontal. Edu, bajo palos, solo pudo ver como el esférico se colaba en la red. 0-1.

Festival goleador

Después de pasar por vestuarios, el Burela subió una marcha para dejar finiquitada la temporada. No había pasado un minuto cuando Renato, tras un saque de córner, chutó con el corazón para firmar el 1-1. Hélder, con otro zapatazo desde el centro de campo, terminó por derribar una muralla noiesa que parecía inexpugnable.

Fueron los mejores minutos de un Burela que rozó el tercer tanto. Con Brais imperial bajo palos, Pizarro hizo buena esa máxima que afirma que quien perdona termina pagando y anotó el 2-2 con otro golazo tras un saque de banda. Tardó segundos en volver a ponerse por delante el Burela. Matamoros, que incluso rozó el gol con una espectacular chilena, marcó el 3-2 tras aprovecharse de una pantalla y batir por bajo a Brais. Quílez, en el 28, puso justicia a lo visto en la cancha con el definitivo 3-3. En medio de la fiesta burelense, el Portus Apostoli rascó un buen punto que le sirve para ver el futuro con optimismo.