Unos engorrosos trámites para sacar las estructuras y transportarlas a plantas de reciclaje

La Voz

BARBANZA

19 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los responsables de las empresas que se dedican a retirar este material destacaron que no es nada fácil poder hacerlo. Al ser peligroso, las personas encargadas de sacarlo «teñen que estar en posesión dos correspondentes permisos, como os de manipulador de amianto. Tamén teñen que facer cursiños e pasar revisións médicas cada certo tempo», afirmó David Fabeiro. Además, para proceder a su eliminación son necesarios diversos permisos, todo ello controlado por los técnicos del Issga. Si la obra que se va a realizar tiene más de 100 metros cuadrados es necesario un proyecto. Ningún operario puede estar más de cuatro horas diarias trabajando en esta actividad.

Fabeiro destacó que la presencia de amianto por si solo en diferentes elementos no supone un riesgo para la salud, el problema viene cuando se sueltan las fibras, como sucede en diferentes trabajos que implican su manipulación. Eso entraña un riesgo, por eso las medidas de prevención son máximas.