Barbanza incumple la ratio de matronas y solo hay una por cada 6.600 mujeres

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

marcos creo

Dos ayuntamientos carecen del servicio en sus centros de salud, y en otros tres está compartido con otros municipios

17 mar 2019 . Actualizado a las 12:58 h.

Son tiempos convulsos en la sanidad pública, especialmente en lo que respecta a la atención primaria. Médicos y enfermeros muestran su oposición al nuevo modelo asistencial presentado por la Xunta, y en los centros de salud se suceden las protestas, con paros semanales, para exigir un servicio de calidad ante el progresivo deterioro que, aseguran los profesionales, está experimentando. Una cuestión que bien podría servir como ejemplo de esto tiene que ver con las matronas, cuya presencia se ha visto reducida en los ambulatorios de la comarca hasta el punto de que Barbanza incumple las recomendaciones internacionales al respecto y cuenta con una profesional por cada 6.600 vecinas.

La ratio ideal según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es de una matrona por cada 5.000 mujeres. En los 11 municipios del área barbanzana trabajan nueve especialistas y, aunque el número no se ha reducido, el servicio que prestan sí se ha visto mermado en los últimos tiempos. El caso más reciente es el de Rianxo, donde tras la jubilación de la anterior matrona solo se pasa consulta dos días a la semana, lo cual está generando protestas. Fuentes vinculadas al ámbito sanitario hablan de una lista de espera de 15 días, a pesar de que la persona dedicada a la atención de la salud sexual, reproductiva y maternal de las rianxeiras atiende más consultas de las asignadas en su agenda. Pese a este esfuerzo, hay quejas porque determinadas pruebas que deben realizarse en semanas muy concretas del embarazo están sufriendo retrasos.

En Rianxo solo hay atención especializada dos días a la semana porque la matrona está compartida con otros dos municipios: Silleda y Vila de Cruces. No es el único caso en el que se da esta circunstancia. La especialista que trabaja en el centro de salud de Porto do Son también acude al de Lousame una vez a la semana.

Atención suficiente

En ambos ambulatorios explicaron que con este reparto la atención que se presta a las mujeres es suficiente y, si en Lousame surge algún caso que precise atención urgente, se deriva a Noia -que sí tiene comadrona a tiempo completo- o a Porto do Son para recibir asistencia.

Por su parte, las vecinas de Mazaricos y Carnota deben desplazarse a Muros para el seguimiento de su embarazo o someterse a revisiones ginecológicas, mientras que la matrona de Boiro cubre unas horas del servicio en A Pobra cuando la titular está de vacaciones, como ocurrió la semana pasada. En Ribeira hay dos.

En relación con esta cuestión, hace unos días el Sindicato de Enfermería (Satse) publicaba un informe sobre la situación de las matronas según el cual Galicia, con una por cada 10.000 habitantes, está a la cola del Estado. En la comarca esa proporción ni siquiera llega a una, con una ratio de 0,7 por cada 10.000 vecinos.

El ambulatorio de A Pobra fue pionero en la realización de citologías

En el centro de salud de A Pobra trabaja la misma matrona desde hace unos 20 años, María del Pilar Santiago Miniño, y ella fue, junto a los doctores Miguel Pérez Llamas y Genaro Gutiérrez, la impulsora de un programa de atención a la mujer sana que convirtió al ambulatorio pobrense en pionero en la realización tanto de citologías como de exploraciones ginecológicas.

Genaro Gutiérrez explicaba la importancia de esta iniciativa, que finalmente acabó implantándose en los demás centros de salud, para evitar la saturación de los servicios de ginecología hospitalarios y destacó el importante papel que jugó la matrona para sacarlo adelante.

Las profesionales que se incorporan trabajan con contratos temporales

Otra cuestión que dificulta el trabajo de las matronas y que condiciona la atención a las mujeres es la temporalidad a la que están sometidas las profesionales que se incorporan para cubrir las jubilaciones, a las que se hacen contratos temporales de un máximo de seis de duración.

Esto ocurre tanto en el caso de Rianxo como con la matrona del turno de mañana del centro de salud de Ribeira. Las plazas no se han cubierto con una interinidad sino con contratos temporales, lo que provoca que cada pocos meses haya relevo en el servicio, de tal manera que resulta imposible que una misma especialista realice el seguimiento completo de un embarazo de principio a fin, por ejemplo.

«Hai moitas cousas que con esta presión asistencial non se poden facer»

Sonia Vara, delegada del sindicato Satse en el área sanitaria de Santiago

Ante el argumento de que las matronas que hay son más que suficientes ante la caída libre que experimentan los nacimientos en la comarca, y en Galicia en general, Sonia Vara, delegada del sindicato Satse en el área sanitaria de Santiago, enumera las múltiples funciones que tienen estas profesionales, y que no solo afectan a mujeres en edad reproductiva. Alude, por ejemplo, al programa de suelo pélvico, orientado a prevenir problemas de prolapso o incontinencia, el apoyo a la lactancia o los grupos de preparación al parto o posparto, además de las consultas ginecológicas. Como contrapartida a esto, se reducen las profesionales, lo cual genera problemas: «Hai moitas cousas que con esta presión asistencial non se poden facer».

Se muestra muy crítica con la gestión que se está realizando por parte de la Administración: «Escúdanse en que non hai profesionais e non é certo, hainos, pero a política de contratación fai que a xente se busque a vida fóra». Alude a los contratos de un máximo de seis meses establecidos para las matronas, una cuestión que compete a los profesionales, pero también a las mujeres a las que atienden: «Unha persoa contratada uns meses non pode facer un seguimento correcto. É necesario que haxa estabilidade para unha continuidade nos coidados».

«Non entendemos que haxa recortes en detrimento da saúde das mulleres»

Isabel Abel, presidenta  de la Asociación Galega de Matronas (AGAM)

AGAM es la Asociación Galega de Matronas, un colectivo que trabaja para visibilizar la labor de estas profesionales. Isabel Abel es su presidenta y se muestra crítica con la gestión que la Administración está haciendo de los recursos destinados a la atención a la mujer: «España está á cola de Europa na ratio de matronas, e en Galicia estamos á cola da cola».

Conoce el problema que existe en Rianxo y, de hecho, se planteó en una reunión con la Consellería de Sanidade. Ante situaciones como esta, destaca la implicación de las especialistas para prestar una atención adecuada: «A profesión de matrona é moi vocacional, pero tendo que cubrir tres concellos e con contratos de poucos meses é moi complicado. Non entendemos que haxa recortes en detrimento da saúde das mulleres». Isabel Abel hace hincapié en la repercusión que la merma de personal y prestaciones tiene sobre la atención y señala que las funciones de las matronas son muchas y no siempre pueden atenderlas por falta de tiempo: «Hai una maior precariedade laboral que vai en detrimento da calidade asistencial».

Asegura que esta es una cuestión de género y que «é fundamental que as mulleres protesten cando sintan que non están ben atendidas, para que quede constancia das cousas que non funcionan».