Los juzgados de la zona cerraron el año con 4.373 asuntos sin resolver

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

matalobos

Mientras en Galicia los casos ingresados bajaron con respecto al 2017, en Barbanza crecieron

08 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque ya se había advertido de sus efectos, los datos sobre la actividad en los juzgados de la comarca que acaba de hacer públicos el Consejo General del Poder Judicial dan una idea de la dimensión de las consecuencias de la huelga que los funcionarios mantuvieron entre los meses febrero y mayo del año pasado. Este es uno de los condicionantes que deben valorarse a la hora de analizar los resultados de un balance que muestra un incremento de los asuntos que quedaron sin resolver al finalizar el 2018. Fueron un total de 4.373 los casos pendientes en las salas de los tres partidos judiciales de la zona, medio millar más que los contabilizados el ejercicio anterior.

En concreto, a finales de diciembre del 2018 estaban en trámite 588 asuntos más que los que quedaron pendientes 12 meses antes, lo que supone un incremento del 15,5 %.

A ello se suma que la capacidad de resolución de las salas se vio reducida con respecto al 2017. No en vano, se dio carpetazo a un total de 7.059 causas, una cifra nada desdeñable, pero que está por debajo de la alcanzada el año anterior, cuando se despacharon 7.682, 623 más que el pasado ejercicio.

Con todo, estos resultados no solo son achacables a los meses de huelga de los funcionarios, puesto que los juzgados barbanzanos también tuvieron más trabajo el año pasado al ingresar un 2,5 % de causas más que en el 2017. A lo largo del ejercicio entraron en las salas de Ribeira, Noia y Muros un total de 7.546 casos que, sumados a los que ya estaban pendientes complicaron la situación y contribuyeron a una mayor saturación. Esto supone una diferencia importante con respecto a lo ocurrido en el conjunto de Galicia, donde la cifra de asuntos ingresados bajó un 5,5 % y, pese a ello, el volumen de casos sin resolver al final del ejercicio también creció en mayor medida que en Barbanza, con un 21,3 % frente al 15,5 % de los juzgados de la comarca.

Siete meses

Para valorar la situación de saturación de salas y tribunales, se establecen unas tasas que se calculan tomando como base las cifras sobre la actividad registrada. Una de ellas es la tasa de pendencia, que hace referencia a los asuntos pendientes y que en el caso de Barbanza es del 0,62. Según esto, serían necesarios más de siete meses de trabajo -manteniendo el mismo ritmo de resoluciones y sin dar entrada a ningún caso nuevo- para que los juzgados despachasen todas las cuestiones sin resolver y se pusieran al día.

En cuanto a la tasa de resolución de asuntos, aunque es más baja que el año anterior, se sitúa en un nivel elevado, 0,91. Hay que tener en cuenta que si esta variable es mayor, indicaría que los juzgados están resolviendo más casos de los que ingresa. Esto ocurre en Muros, que tiene una tasa de resolución del 1,02. La sala muradana despachó en el 2018 un total de 1.041 asuntos, frente a los 1.021 que entraron nuevos.

En Noia, esta variable se redujo del 1,03 del 2017 al 0,93 del último balance, mientras que los juzgados de Ribeira son los que presentan una tasa de resolución más baja, del 0,88. Son también los que registran una mayor congestión, esto es, el cociente entre el total de causas y las resueltas. En las tres salas ribeirenses el dato se sitúa en 1,69, frente al 1,57 del partido judicial de Noia y el 1,50 de Muros.

En el conjunto de Galicia, la tasa de congestión es del 1,59.