El cerco al botellón logró acabar con el problema en todas las instalaciones de la comarca

La Voz

BARBANZA

26 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El otro gran problema al que tuvieron que hacer frente las direcciones de algunos centros ni siquiera tenía lugar en horario de clase. La práctica esporádica del botellón, los fines de semana, pasó a la historia en el IES A Cachada tras la instalación de cámaras de vídeo y el cierre de una zona a la que se podía acceder desde el parque colindante.

En el noiés Campo de San Alberto también habían experimentado algunos problemas similares, al tratarse de un instituto localizado en pleno centro de la localidad. Sin embargo, en este caso la ida a menos del botellón fue el causante de que acabase desapareciendo.