Melisa Abelleira y Ventura Lustres niegan en el TSXG que asesinaran a Yulisa Altagracia

Ana Lorenzo Fernández
l. sarmiento RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

alberto mahia

El fiscal insistió en que está probada la culpabilidad de ambos

20 feb 2019 . Actualizado a las 20:28 h.

Los abogados defensores de Melisa Abelleira y Ventura Lustres -condenados a 18 y 19 años de cárcel, respectivamente, por el asesinato de Yulisa Altagracia en junio del 2015 en A Pobra- insistieron en la inocencia de sus clientes en la vista de apelación que se celebró ayer en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) de A Coruña, donde explicaron que no pudieron cometer el crimen, porque el hombre no estuvo en el lugar de los hechos, y la mujer era «físicamente incapaz» de haber matado y trasladado a la víctima.

El cuerpo de Yulisa apareció en una finca pobrense de difícil acceso -solo se podía llegar andando- con más de 36 heridas producidas con un objeto punzante, aunque este nunca se llegó a encontrar, y tampoco quedó probado durante el juicio celebrado en la Audiencia cuál de los dos había perpetrado el homicidio, aunque ambos se inculparon entre sí.

Sin embargo, el letrado que defiende a Ventura Lustres explicó ayer que la condena no tuvo en cuenta en ningún momento la presunción de inocencia de su cliente, del que afirmó que el día de los hechos no estuvo en compañía de su expareja ni de la víctima, a la que supuestamente solía suministrar drogas. El abogado también acusó a Melisa Abelleira de construir un relato «rocambolesco» y «lleno de patrañas» para no asumir sus responsabilidades y aseguró que ella nunca llegó a negar que no estuviera en el lugar de los hechos, porque «era un suicidio en su estrategia defensiva».

Poca profundidad

En esta misma línea, el letrado acabó atribuyendo la escasa profundidad de las lesiones infligidas a la víctima a que pudieron ser hechas por una mujer, en este caso la condenada, «por celos o ella sabrá por qué». Además, también apuntó que una persona pudo ayudar a Abelleira a trasladar el cuerpo, por lo que pidió la absolución de su defendido.

Sin embargo, el abogado de la condenada desmontó toda esta versión, y reconoció que su clienta era «una persona absolutamente sometida, controlada» por Lustres y que «hacía todo lo que él le ordenaba». Basándose en esta teoría, apuntó que fue él quien le ordenó a la procesada que fuera a recoger a la víctima en un bar de Ribeira en el que se encontraba y la trasladara a A Pobra. También quiso echar por tierra las explicaciones del condenado, de quien dijo que cayó en numerosas «contradicciones» durante el juicio oral.

Por su parte, el representante del Ministerio Fiscal pidió que se desestimasen los recursos presentados por los dos abogados de la defensa y que se confirme íntegramente la sentencia, puesto que consideró que con todas las pruebas aportadas durante el juicio que tuvo lugar en la Audiencia el pasado mes de octubre quedó probada la culpabilidad de los dos acusados.