Menos coches, más alternativas

Ana Gerpe Varela
Ana Gerpe CRÓNICA

BARBANZA

13 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Han transcurrido unos 20 años desde que presencié el cambio operado en la Gran Vía de Bilbao, cuando sus cuatro carriles para vehículos dieron paso a una calle peatonal con acceso limitado a residentes y transporte público -por cierto, con velocidad máxima a 30 kilómetros hora-. La agobiante arteria del centro de la ciudad, con cientos de vehículos circulando sin cesar y un ruido cargante, se convirtió en un amplio espacio de 13.000 metros cuadrados para disfrute de los peatones. Esa fue la primera transformación y, con la segunda, a la Gran Vía comenzó a llamársela popularmente milla de oro. El motivo: comenzaron a abrirse todo tipo de comercios y establecimientos hosteleros. En la ciudad empezaron a desembarcar marcas de lujo.

El cambio fue brutal en poco tiempo, y a nadie se le ocurría pensar en dar marcha atrás. Es más, sucedió todo lo contrario. Eso sí, no se peatonalizó una calle sin más. Todo ello vino acompañado de un plan de medidas de fomento y creación de redes de transporte público.

Lo que la Fundación RIA propone en Palmeira es mucho menos drástico y, sin embargo, los resultados pueden significar un punto de inflexión para el inicio de algo distinto. El Concello de Ribeira también ha hecho los deberes en lo que respecta al impulso de la red de autobuses, permitiendo a los ciudadanos desplazarse por el precio máximo de un euro.

Frente al tiempo en que los coches invadieron el espacio urbano, llega ahora la etapa en la que se busca su reducción. Hay que dar alternativas de movilidad y, bueno, ya que no parece factible que una red de ferrocarril vertebre la comarca, por lo menos que el empleo del autobús se convierta en alternativa a la utilización del automóvil.

La humanización de las calles es un fenómeno que se extiende por toda Europa. La propuesta de Palmeira puede servir de ejemplo, ya que hasta ahora en la comarca no se ha efectuado ningún proyecto con esas características, para que otros ayuntamientos barbanzanos apuesten por el nuevo modelo.