Las más de 1.200 plazas de la provincia de A Coruña se enmarcan en un concurso que en el conjunto de la comunidad oferta alrededor de 3.000 vacantes, lo que convierte al procedimiento que está en marcha en el mayor de la historia de la comunidad, con lo que se podrá reducir la provisionalidad de los docentes funcionarios que todavía no tienen un destino definitivo.
En este colectivo se encuentran los docentes que se han sacado las oposiciones en los últimos años y que después de un período de prácticas deben concursar obligatoriamente hasta que se les asigne su primer destino definitivo, así como aquellos que han visto su puesto suprimido o hayan sido desplazados por falta de horario, entre otras casuísticas que regula la convocatoria.
Un baremo distinto
Esta convocatoria tiene carácter nacional -con lo que los docentes gallegos pueden concursar para obtener plazas en otras comunidades y al revés-. De todos modos, la Xunta abrió el año pasado el concurso autonómico a profesorado procedente de otras zonas del país para así dar solución a un problema que ha complicado el proceso de concurso de traslados en los últimos tiempos.
Galicia barema de forma diferente que el resto de comunidades a los docentes, ya que una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia obliga a tener en cuenta el tiempo de interinidad del profesorado, mientras que en el resto de comunidades esta circunstancia no computa.