Ortigueira, el municipio de la provincia con más farmacias por habitante

Bea Abelairas
Bea Abelairas FERROL / LA VOZ

BARBANZA

En la comarca barbanzana están abiertas 57 boticas, a las que se sumarán dos más en A Pobra y Ribeira

14 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ortigueira tiene poco más de 6.000 habitantes y seis farmacias; mientras que Ames cuenta con más de 30.500 vecinos y ocho boticas. La crisis demográfica ha generado situaciones paradójicas para un servicio que es la primera asistencia sanitaria, el consejo que está más cerca. El hecho de que en municipios como el ortegano exista una farmacia por cada mil habitantes es junto con la rebaja de los márgenes un drama para los profesionales del sector que esperan con ansia una nueva ley que en breve reordenará un mapa desajustado.

Desde el Colegio de Farmacéuticos recuerdan que para asegurar su supervivencia las cifras deberían marcar una botica por cada 1.000 o 1.200 habitantes, un límite al que casi no llegan un buen número, en especial en lugares pequeños como Carnota, As Somozas, Cerdido o A Baña, donde por cada mil vecinos hay una farmacia que no tiene tantos ingresos como las que están ubicadas en las ciudades, pero aporta los mismos servicios y debe asumir guardias como las 68 que hay en Santiago (siete por cada 10.000 habitantes), las 133 de A Coruña o las 37 de Ferrol (en ambas ciudades hay unas cinco por cada 10.000 vecinos).

Más aperturas

A finales del año pasado se publicaron las listas de los aspirantes al concurso de nuevas farmacias, que suponen 41 nuevas oficinas en toda Galicia, de las que 23 serán en la provincia, y dos abrirán sus puertas en la comarca, concretamente en A Pobra y Ribeira. Volverá a ser un concurso reñido, porque por cada nueva licencia se presentan algo más de 14 profesionales (cerca de 700 en total). En cuanto se adjudiquen, en función de los méritos que presenten, se otorgarán las boticas en un acto público en el que los afortunados podrán elegir el destino que más les convenga.

La crisis demográfica ha agudizado aún más los problemas en un sector en el que hace una década eran infrecuentes los problemas económicos. Sin embargo, la Xunta concede ayudas a seis despachos de la provincia para que mantengan su asistencia a pesar de que su facturación compromete el negocio. Los responsables del Colegio de Farmacéuticos explican que estos apoyos suponen entre 100 y 800 euros mensuales para aquellos casos en los que la caja recauda menos de 11.500 euros cada 30 días.

Echar el cierre

Estas boticas están tipificadas como VEC (de viabilidad económica comprometida) y se encuentran en zonas rurales, donde pugnan por no echar el cierre, como sucedió con algunas en los últimos años.

La de Vilasantar es una de las farmacias que no soportó la crisis demográfica y ni siquiera pudo ser traspasada. Terminó desapareciendo, aunque los mil vecinos de este municipio cuentan ahora con un botiquín o la opción de desplazarse a Curtis, donde hay dos, o a Oza, donde hay otras dos.