El área de Santiago duplica en 4 años las lesiones por violencia de género

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

BARBANZA

SANDRA ALONSO

Es la zona de Galicia donde más crecen las agresiones denunciadas ante los juzgados, sobre todo este año

10 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las lesiones por violencia de género denunciadas en el área de Santiago (los 46 municipios de los partidos judiciales de Santiago, Ribeira, Padrón, Ordes, Noia, Negreira, Muros, Lalín, Arzúa y A Estrada) se han duplicado en los últimos cuatro años y es la zona de Galicia donde más crecen. De 80 presentadas en el 2015 se ha pasado a 160 este año, hasta el 22 de noviembre, que es cuando más crece esta casuística, según datos del Instituto de Medicina Legal (Imelga). En el cuatrienio se investigaron 433 lesiones.

Profesionales de esta institución realizan las pericias para los procesos que se siguen en los tribunales. Todas las víctimas son vistas por forenses, aunque crecen los informes integrales, efectuados con aportaciones de especialistas de psicología y trabajo social. Cada vez se nota una mayor tendencia en Galicia a que se pidan informes completos, en los que participan las tres profesiones, aunque en la zona de Santiago se mantiene la cifra bastante estable, entre 23 valoraciones integrales cuando menos (en el 2017, y la misma cifra este año hasta el 22 de noviembre) y 26 cuando más (en el 2015), indica la directora del Imelga, Beatriz Otero.

«Para que nosotros intervengamos tiene que haber una denuncia y una petición expresa del Juzgado, desde la Fiscalía o por un magistrado. A veces se valoran simplemente las lesiones por un médico; pero si se nos pide la valoración integral, se hace, y así se estudian todas las circunstancias de la víctima; eso permite conocer mucho mejor el problema. También las propone nuestro personal», sostiene.

Se investigan los diversos factores que han generado la situación denunciada, se confirma si se ha producido violencia y en qué circunstancias, con indicadores que lo avalen «y poder incluso hacer una previsión de riesgo futuro», indica Otero.

Tipos de indicios

«Los indicios de estos delitos pueden ser de tipo físico, y en ese caso las lesiones son la principal evidencia, de las que las contusiones y erosiones son las más frecuentes, y las más graves las que tienen como resultado el fallecimiento de la persona agredida. Pero pueden interesar las alteraciones de carácter psicológico, la persistencia de un estresor crónico o una conflictividad vivencial mantenida, que lleva a un deterioro psicológico o a trastornos adaptativos, depresivos o de otro tipo. O indicadores sociales relevantes, como el abandono de las relaciones sociales, del trabajo, no enviar hijos al colegio, y otros».

Además, Otero señala que se estudian las consecuencias del delito en la víctima «y también se le informa de los recursos que tiene a su disposición. Se contempla además a quien realiza la agresión. Así, de un único asunto puede haber tres pericias, de dos personas».

Los recursos para estas situaciones de violencia «se han establecido de forma progresiva y desde los inicios del Imelga, en el año 2006, hay un manual gallego de valoración integral de violencia de género y se nota un incremento de las valoraciones integrales, por varios profesionales», manifiesta la directora.

El Imelga tiene servicios de clínica forense y de patología forense, estudia las muertes violentas y las denuncias por accidentes de tráfico, cuenta con una unidad de antropología forense; y realiza además actividad docente, de investigación, científica y colaboraciones diversas. «En cifras totales, la violencia de género supone una demanda inferior a otras actividades que realizamos, pero la intervención en estas situaciones nos consume muchos recursos y tiempo. Creemos que todos tenemos que hacer algo para que esta problemática no se incremente. La Justicia no puede hacer mucho más, porque cuando llegan denuncias de casos es que ya han sucedido».

«Hay parejas que presentaron más de una denuncia por agresión»

Beatriz Otero afirma que se dan diversas reacciones en las víctimas, desde personas que denunciaron y no comparecen cuando se las cita; a otras que valoran en el Imelga, pero retiran después la denuncia «o parejas que presentaron más de una denuncia por agresión, que tienen relaciones conflictivas y se han reiterado situaciones violentas en la convivencia; por eso hay víctimas que hemos visto más de una vez».

El trabajo de profesionales forenses es complejo en estos casos: «Que no se vean indicios de lo que denuncia la víctima no quiere decir que no haya ocurrido la situación denunciada. Que se demuestre o no el hecho denunciado es una decisión final del juez, que pondera todas las pruebas disponibles. Una persona puede ser sometida a un daño psicológico y, por ser psicológicamente muy fuerte, no presentar un deterioro significativo cuando se la valora; pero eso no quiere decir que no se haya dado el hecho denunciado. Nosotros partimos de lo que nos dicen, dejamos constancia de lo que encontramos en las exploraciones y valoraciones; tenemos en cuenta documentos, como partes de lesiones; y la entrevista multidisciplinar de nuestro personal. Todos los casos son distintos, aunque para el Imelga puedan tener unos requerimientos de trabajo parecidos», explica.

Hay situaciones especialmente complicadas, agrega «que requieren muchas comprobaciones ulteriores, y llevan más tiempo». En la comparación de los dos últimos años, la directora del Imelga concluye que «en el 2017, en el conjunto de Galicia se observa cómo disminuyó la valoración de lesiones de violencia de género, pues se investigaron 1.070 frente a 1.144 en el 2016; y aumentaron las valoraciones integrales, al hacer 298 en el 2017 y 207 en el 2016». Aunque en la zona de Santiago los datos reflejan que la tendencia no es exactamente igual.