Neutralidad falsa

juan ordóñez buela DESDE FUERA

BARBANZA

01 dic 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Con Franco sucede un bloqueo al intentar escribir y opinar sobre él: como fue un dictador y permitió matar a más gente de la necesaria, está mal visto observar algo ventajoso, inteligente o favorable en él. Permítanme que lo cortés no quite lo Moctezuma y que explique cosas reales que sucedieron durante la Segunda Guerra Mundial porque las he leído de sus protagonistas. El general Eisenhower escribe en sus memorias Cruzadas en España: «La entrada en el país en la guerra al lado del eje supondría inmediatamente la pérdida de Gibraltar como aeropuerto y nos impediría el paso por el estrecho hasta que lográsemos abrirlo. En vista de los recursos disponibles, resulta dudoso suponer que tal acción esté dentro de nuestras capacidades (...). Es nuestra opinión que España fuera neutral, al menos durante la primera fase de la operación. Si España entrase en la guerra, los resultados serían muy serios». Todo ello está en una carta enviada al general Marshall, jefe supremo del Estado Mayor norteamericano.

La prueba de que Eisenhower se sentía en deuda con Franco por no invadir Gibraltar está en la visita del presidente americano al caudillo en 1959. Cuando solo venían aquí Trujillo o Eva Perón, Eisenhower viajó a Madrid a entrevistarse con Franco y a firmar los primeros acuerdos para bases militares en España, y una ayuda equivalente al plan Marshall que habían recibido los demás países europeos.

Creo que la neutralidad de Franco fue más falsa para Hitler que para los aliados, incluso a la División Azul la mandó «contra la barbarie comunista de Rusia», más que a favor de Alemania. Cambiar a Serrano Súñer por el conde de Jordana como ministro de Exteriores fue decisivo para dar un giro al sentido de la política exterior española a favor de los aliados. La neutralidad de Franco no podía ser falsa, porque, si lo fuera, Hitler hubiese ocupado Gibraltar, que era lo que quería. Eso ya lo sabíamos por diversos libros de ingleses, el de Burns Marañón sin ir más lejos.