Luces y sombras en la actividad pesquera

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La cotización del marisco es inferior a la deseada en campañas como la de Ribeira, donde se plantean parar una semana

17 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los profesionales del mar, especialmente aquellos dedicados a la captura de marisco, trabajan con la mirada puesta en diciembre, con la previsión de que las Navidades propicien un notable aumento de los precios. Para la economía de la mayoría de los trabajadores del sector no estaría nada mal que la situación empezara ya a dar un giro, aunque todavía falte más de un mes para la semana de Nochebuena.

Las cotizaciones en las rulas de las campañas extractivas que abrieron en las últimas dos semanas van a la baja, los compradores están poco dispuestos a pujar y el desaliento cunde entre los trabajadores del sector.

Percebe

Solo dos días de trabajo en Sálvora. Los percebeiros iniciaron el lunes la campaña en Sálvora, donde crece el mejor crustáceo de las concesiones de Aguiño, pero el martes decidieron parar la extracción y no regresarán hasta el miércoles. El motivo, la caída de precios. El marisco alcanzó en la primera jornada un valor medio de 50 euros, pero en la segunda descendió a los 45. Las cotizaciones máximas y mínimas se mantuvieron, 105 euros y 16, respectivamente, pero la cofradía considera que es preferible aguardar: «Non é plan sobreexplotar a zona».

Además, las mareas tampoco están acompañando y los productores tienen que trabajar en las rocas más abrigadas, las que denominan piedras mansas, en las que el percebe no alcanza su mejor tamaño porque el mar golpea con menor fuerza. Con un tope de cinco kilos por tripulante, por la rula pasaron en dos días 1.300 kilogramos.

Almeja babosa

Posiciones dispares. A la escasez de almeja babosa, con la que ya contaban los profesionales, porque así lo indicaron los muestreos previos realizados por la cofradía de Ribeira, se une el hecho de que el valor del bivalvo va camino de tocar suelo. En la primera semana de actividad tuvo un precio medio de 13 euros, considerado ya escaso por el sector, que confiaba en que, al menos, alcanzase los 15 o 16. Con el transcurso de las jornadas, la situación ha ido empeorando y, concluida la segunda semana, el valor medio está en 11,70. Cada día llegan a la rula unos 2.300 kilos de una especie que antaño abundaba en las concesiones ribeirenses, pero el problema radica en que es demasiado pequeña y los compradores no están dispuestos a aflojar el bolsillo.

Ante este panorama ha surgido un debate entre los profesionales. Unos son partidarios de paralizar la extracción, a la espera de que haya mayor demanda y repunte lo que se paga por la almeja babosa. Otros son contrarios porque la captura de bivalvo constituye su único medio de vida. La cofradía aguardará al comportamiento de los mercados. Si finalmente se decidiera suspender la campaña se trataría de una medida sin precedentes.

Al ser la almeja babosa la especie estrella de los bancos de Ribeira, los tripulantes de las embarcaciones están canalizando todos sus esfuerzos a su captura. Con mayor o menor trabajo, están consiguiendo traer los cupos, pero saben que la especie no tardará demasiado en agotarse. Este es el motivo por el que prácticamente no hay almeja roja, que se vende a unos 9,50 euros, y todavía menos fina, de la que solo hubo cuatro kilos esta semana, con un valor medio de 51 euros.

Bou de vara

La volandeira fluctúa y la nécora no tira para arriba. La apertura, desde el lunes, de la totalidad de los bancos de la ría de Arousa en los que la flota del bou de vara captura volandeira ha tenido una repercusión inmediata en la cantidad de kilogramos que cada día llegan a la rula de Rianxo: entre 3.100 y 3.300, frente a los poco más de 2.000 que se desembarcaban la pasada semana.

Hasta el jueves, última jornada en la que pudo capturarse, la cotización media de este bivalvo fue hacia abajo: 2,93, 2,81 y 2,75. Anteayer volvió a repuntar, situándose en los 2,99 euros el kilogramo. Fuentes de la cofradía explicaron que la causa de este sensible ascenso debe buscarse en un aumento de la demanda de volandeira para su venta en fresco.

Cosa distinta es la que sucede con la nécora que, además de escasear, tiene poca demanda y, por lo tanto, poco precio. Durante los últimos cuatro días únicamente se han capturado 165 kilogramos. Por las piezas más caras se han pagado 21,60 euros y, por las más baratas, 8.

Otras dos especies de la pesca del bou de vara con mucho tirón son el choco y la faneca. El primero, comentan fuentes de la cofradía «se mantiene en su línea», con un valor medio de 7,30 euros y unas cotizaciones que varían entre los 14 y los 5,95. El problema es que escasea el de tamaño grande.

Centolla

De más a menos. La campaña de la centolla suscita siempre posiciones encontradas y este año parece que se acrecientan. Desde luego, en la lonja de Ribeira el precio ha experimentado una caída nada despreciable. De los 24 euros que se pagó el primer día -precio correspondiente a transacciones entre profesionales y compradores, ya que el de subasta fue de 18- se ha pasado a los 15 actuales. El mínimo es de 1 euro. Un marinero de Ribeira asegura: «Unha caixa forte que temos no mar e estamos tirando con ela. É unha animalada o que facemos coa centola». Por la rula ribeirense han pasado hasta el momento 10.279 kilos.

Por lo que respecta a Muros, durante las jornadas del lunes y el martes se capturaron 2.800 kilos. La primera jornada no sobrepasó los 12 euros, pero en la segunda ya se elevó hasta los 15. El precio mínimo también está bastante mejor que en Ribeira, ya que no desciende de los 3 euros.

Berberecho

Noia marca la diferencia. La cofradía noiesa continúa marcando la diferencia. El berberecho de tercera y cuarta, el más abundante, mantiene unas cotizaciones que varían entre los 6 y los 4 euros. En las últimas jornadas ha bajado un poco la cuantía que pagan los compradores, pero suele ser algo normal en esta época del año. La previsión es que, en vísperas de Navidad, el bivalvo vuelva a tener bastante demanda, en este caso para fresco. Lo que todavía es una incógnita son los precios.