La Doce quiere repetir su residencia

La Voz

BARBANZA

cedida

María Magán anunció, tras el cierre de la primera experiencia, que pretende convocar una segunda edición de cara al próximo año

31 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Con una galería abarrotada de público ponía La Doce el broche a la residencia de artistas que ha estado funcionando durante los dos últimos meses. Primero fueron Anna Katarina, Laura López Balza y Judit Porto las creadores que desembarcaron en la sala boirense para materializar sus proyectos dejándose inspirar por los atractivos de Barbanza. En este mes de octubre tomaron el relevo Amaya González, que elaboró un trabajo escultórico basado en el concepto de expansión versus contención; Jennifer Custodio, que aprovechó su estancia en Boiro para adentrarse en la creación artística a través de la fotografía polaroid; y Nekane Manrique, que recurrió a la pintura para plasmar su ideario.

Los proyectos que realizaron las tres creadoras se pudieron ver en la galería el día de la clausura del proyecto, a la que se sumaron un nutrido grupo de artistas de la comarca. La directora de La Doce, María Magán, no escondía su satisfacción: «Estamos moi contentos coa experiencia vivida. A nivel persoal, o que máis me encheu foi ter a seis artistas traballando no taller, vendo como ían materializando as súas ideas e como intercambiaban opinións e experiencias. Penso que foi enriquecedor para elas e para min tamén».

Interacción con el entorno

Durante su estancia en la galería, las artistas visitaron e interactuaron con el entorno, un aspecto que también destacó María Magán: «Traballaron con cordas, redes, traxes tradicionais, sons característicos da zona e mesmo oficios. É fermoso porque ves que a túa contorna é fonte de inspiración».

Pero ahora, cerrado ese primer capítulo de la residencia de creadores de La Doce, toca pensar en el siguiente. Y en ese proceso está ya la directora de la sala: «Levaba detrás desta experiencia desde que a galería abriu as súas portas e agora quero que teña continuidade no futuro».

María Magán destaca que, de conseguir los fondos para poner en marcha una segunda edición del proyecto, la boirense sería la única residencia artística de Galicia: «Interese hai, posto que aínda que seguen chegando currículos e propostas».