La comunidad educativa de O Grupo no consideraba acertado situar dichas dependencias al lado de un colegio
27 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Una gran polvareda despertó, hace 31 años, la llegada de la Policía Nacional a Ribeira. A estas alturas de 1987 se estaban acometiendo las obras de reforma de un edificio que había sido cedido por la Xunta con el fin de habilitar la comisaría, pero la elección del inmueble desencadenó una importante polémica debido a su proximidad con un centro educativo, el actual O Grupo. La asociación de padres de alumnos y la dirección del colegio mostraron su rechazo. Primero, porque la ejecución de los trabajos había ocasionado que saltaran piedras al interior del recinto y segundo, porque consideraban poco acertado situar unas dependencias policiales, con calabozos incluidos, al lado de un centro educativo.
Ya por aquel entonces, el colegio estaba masificado y desde la comunidad educativa consideraban que dicho inmueble debía dedicarse a ampliar el centro. Esta es una reivindicación que continúa sobre la mesa y que cobró fuerza tras el anuncio del traslado de la comisaría.