Representantes de distintas instituciones y vecinos en general se sumaron a los actos
13 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Este es un día de fiesta para nosotros, pero también es un día de hermanamiento y de aproximación a la sociedad, para acercarles nuestro trabajo diario y agradecerles su colaboración». Con estas palabras definía ayer el capitán de la compañía de la Guardia Civil de Noia, José Manuel Leis, la celebración de la festividad del Pilar, una fiesta que se repitió en media docena de concellos de la comarca.
Leis fue el encargado de presidir los actos en Noia, a donde acudieron varios representantes municipales, encabezados por su alcalde, Santiago Freire, así como compañeros de otras fuerzas de seguridad del municipio, y representantes de la vida social y económica de la zona.
También fue numerosa la representación de autoridades que se dieron cita en la iglesia de Santa Baia de Boiro para participar en la misa organizada por los responsables del cuartel de la Guardia Civil de Boiro, y a la que también se sumaron los agentes de Boiro y A Pobra. Algo similar ocurrió en la celebración religiosa y en los pinchos que se sirvieron a continuación en el cuartel de Muros, una celebración que también contó con la asistencia de agentes de Carnota.
Comida familiar
Además de la tradicional misa y el brindis entre los representantes de la Guardia Civil y las autoridades, en Outes aprovecharon el día de su patrona para organizar una comida familiar a la que acudieron 25 personas. Lo cierto es que podrían haber sido más, pero había varios agentes que estaban de permiso y otros que se trasladaron a Salamanca y a A Coruña para participar en los actos del Pilar.
Idéntica situación se vivió en Porto do Son, puesto que tres de los miembros de este cuartel, el sargento y dos agentes, fueron condecorados en la ciudad coruñesa y no pudieron asistir a la ceremonia religiosa que se ofició en la iglesia de San Vicente de Noal, en la que sí participaron varios guardias jubilados.
También en Ribeira se celebró la festividad de la patrona del instituto armado, un acto que no quisieron perderse representantes de las fuerzas de seguridad de la capital barbanzana, así como de la vida política y social.