Saúl Díaz: «La seguridad total no existe, es una utopía. Siempre va a haber delitos»

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Destaca que los niveles de delincuencia en Ribeira están por debajo de la media nacional y gallega

30 sep 2018 . Actualizado a las 21:48 h.

Cuando estaba terminando la carrera de Derecho en Oviedo, un conocido le habló de la posibilidad de presentarse a las oposiciones para inspector de la Policía Nacional, una oportunidad que Saúl Díaz (Gijón, 1972) no dejó escapar. Tras los dos años en la academia de Ávila, realizó el período de prácticas en la comisaría Vigo, «porque era el destino que estaba más cerca de mi casa»; y, después de jurar el cargo, en el 2001 se vino a Ribeira. Aquí ha formado parte de las unidades de la policía judicial en la lucha contra la venta de drogas, en la de delitos tecnológicos, en la de extranjería, en la de seguridad ciudadana y en la de gestión. Desde el pasado mes de junio, ocupa el cargo de jefe en funciones de la comisaría.

-¿Qué balance hace de estos meses en el nuevo cargo?

-Todavía estoy asentándome y aterrizando, estoy aprendiendo a coger el hábito diario y a atender a cosas que antes no tenía que hacer. Es mucho trabajo de gestión, de control policial de todas las actividades de la comisaría y de organización del personal. Llegar a jefe de la comisaría era un reto personal y laboral y, bueno, a ver como lo sacamos adelante poco a poco.

-¿Es Ribeira una ciudad complicada por su nivel de delincuencia?

-Estadísticamente, podemos decir que Ribeira es una ciudad segura, porque la comisión de delitos está por debajo de la media nacional y gallega. Bien es cierto que, aunque se mantengan los niveles de años anteriores, han repuntado ligeramente los delitos leves -las antiguas faltas- relacionados con estafas bancarias por Internet y de daños en vehículos vinculados a actos vandálicos.

-Aunque los datos son buenos, se podrían mejorar y reducir más la delincuencia.

-La seguridad total no existe, es una utopía. Siempre va a haber delitos en una población, porque la delincuencia es inherente a la condición humana. Podemos decir que también es cíclica, pero depende mucho de si los habituales, que por suerte en esta zona son delincuentes comunes y no grandes bandas organizadas que vienen de fuera de la comarca, están en la cárcel o en la calle. Muchos problemas y muchos robos son debidos a que la gran mayoría de estos delincuentes comunes son consumidores de droga.

-¿Qué habría que hacer para intentar reducir la venta y el consumo de estupefacientes?

-El tema de la droga es complicado. Se intenta hacer controles y reforzar la vigilancia para atajar la venta de estupefacientes, y se ha desarticulado algún punto negro. Pero acabar con la droga es una tarea imposible.

-Sobre todo cuando hay carencias de personal. ¿Cómo está la plantilla de la comisaría?

-Aquí el personal es escaso y está por debajo de la media nacional de ocupación de una comisaría. Esto lastra nuestro trabajo, pero, por suerte, aún siendo escaso es gente muy implicada en la función policial y responsable con sus tareas.

-¿Hay alguna novedad sobre la construcción de la nueva comisaría?

-El terreno está cedido hace años a la Dirección General de la Policía y, al parecer, había intenciones de empezar la obra en breve, pero con los cambios de Gobierno no tengo conocimiento de cuándo se hará. Podemos decir que la actual sede está medianamente conservada, pero el principal problema es la falta de espacio para poder atender las necesidades actuales de los funcionarios.