Vecinos de Ameixida viven atemorizados por una oleada de robos en viviendas

Ana Lorenzo Fernández
a. lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Denuncian que los delincuentes entraron en cerca de una veintena de casas

27 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Aterrados. Así pasan las noches los vecinos de los núcleos ribeirenses de Ameixida, Martín, Rabelo o la calle Cobas después de que en los últimos meses se produjeran cerca de una veintena de robos en viviendas. De hecho, la pasada semana hubo tres consecutivos, lo que ha acrecentado todavía más el temor de los residentes a que sus inmuebles puedan ser asaltados por los amigos de lo ajeno.

Por el momento, los delincuentes han fijado su objetivo en residencias de veraneo que se encuentran vacías y que saben a ciencia cierta que no hay nadie dentro que los pueda sorprender in fraganti. «Rompen os cristais das xanelas ou as portas para poder entrar, e logo levan televisores, pequenos electrodomésticos, ferramentas, comida e bebida», enumeraron los vecinos, que tienen miedo a que, una vez que hayan asaltado todos los inmuebles que ahora están deshabitados, los ladrones comiencen a visitar los que hay gente.

«Quedan dúas ou tres casas sen roubar das de veraneo, e logo comezarán polas nosas, porque eles necesitan cartos e a única forma de conseguilos é roubando», denunciaron los afectados, que se han cansado de llamar a las policías local y nacional para que intenten frenar esta sangría de robos. «Por alí non apareceu ningunha patrulla. Chamamos a uns e nos din que temos que avisar aos outros, hai moita descoordinación. Incluso fomos ao Concello a queixarnos», apuntaron. Los residentes se sienten indefensos, porque «nos din que mentres non os pillen coas mans na masa non poden facer nada. O outro día creo que detiveron a un, pero ao día seguinte xa estaba na rúa e volveu a roubar».

Viejos conocidos

Los residentes en la zona conocen perfectamente quienes están detrás de los asaltos a las viviendas de veraneo del barrio. Incluso describen su modus operandi. «Polo día pasean polas rúas para comprobar as casas que están sen xente, e pola noite entran a saquealas. O outro día incluso paseaban un con un coitelo e outro cunhas tesoiras e dicían que ían ás moras», apuntaron los afectados, que tienen miedo a enfrentarse a ellos por las posibles represalias.

Tanto en la Policía Local de Ribeira como en la comisaría de la Policía Nacional están al tanto del problema de los robos en el barrio de Ameixida y en ambos cuerpos reconocieron que han reforzado la vigilancia en la zona para intentar acabar con esta oleada. Sin embargo, también son conscientes de que, una vez que ven una patrulla en la zona, los delincuentes se escapan, por lo que es muy difícil cogerlos in fraganti.

Iglesia de Castiñeiras

Además de en viviendas, los amigos de lo ajeno también quisieron entrar a robar en la iglesia de Castiñeiras el domingo por la noche. Según explicó el párroco, Ricardo Villaverde, con la ayuda de palancas, los ladrones intentaron forzar las cerraduras de dos puertas del edificio religioso, pero finalmente no lo lograron.

Aunque no se llevaron nada, los delincuentes sí causaron bastantes daños en las dos estructuras de madera.

A Pobra y Noia también sufrieron episodios similares

Ribeira no es el único municipio en el que los ladrones están atemorizando a la población y a los empresarios, ya que los amigos de lo ajeno buscan conseguir dinero rápido que la mayoría de ellos invertirá en comprar estupefacientes. Las últimas actuaciones de las fuerzas del orden han servido para poner coto a estos delincuentes, muchos de los cuales cuentan con numerosos antecedentes.

A Pobra

Entre Egidio y Nigeria. Esta misma semana la Guardia Civil arrestaba al ribeirense M. L. M., conocido como Egidio, y a dos de sus hermanos gemelos -A. L. M. y L. M. L. M.-, por su presunta implicación en una serie de robos con violencia e intimidación cometidos en el municipio pobrense en el último mes, en uno de los cuales incluso se utilizó una pistola eléctrica para atemorizar a un empleado de una gasolinera para que le diera la riñonera con la recaudación. Todo apunta a que hoy mismo los tres presuntos delincuentes pasarán a disposición judicial. Estas detenciones se suman a la que los agentes del instituto armado realizaron a mediados de este mes, cuando volvieron a coger a un vecino de la localidad, R. S., más conocido como Nigeria, al que se acusa de ser el supuesto autor de diez delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico. Según las pruebas recabadas por la Guardia Civil, el individuo estaba detrás de los robos cometidos en varios negocios de A Pobra, así como de hurtos de carteras a veraneantes en Praia Xardín, e incluso había entrado en una casa habitada. La jueza decretó su ingreso en prisión por el largo historial delictivo que atesora el pobrense.

Boiro

Estafas. En agosto también se conseguía poner fin a una serie de estafas cometidas por cinco miembros de una misma familia de Boiro, que se llevaron 8.000 euros de distintas entidades bancarias. Según se pudo comprobar, la madre -principal cabecilla de la trama y la única que ingresó en prisión- contactaba con sus víctimas a través de una página web de compra-venta de objetos, gracias a la cual conseguía hacerse con los datos personales (números de cuentas y DNI). Luego, acudía a una oficina bancaria y se hacía pasar por ellas para retirar dinero, que luego repartía con sus tres hijos y con la novia de uno de ellos.

Noia

Los Manitas. También a principios de este año se sucedieron los robos en la zona de Noia, una ola de delitos que acabó con la detención de siete miembros de una misma familia, conocidos como los Manitas. Además de asaltar varios negocios de la villa, también se les relacionó con un hurto de gasoil en el muelle de Cabo de Cruz y el atraco a una cajera de Negreira.

Ribeira

Asaltos a negocios. El pasado mes de marzo, los agentes de la Policía Nacional de Ribeira detenían a dos jóvenes del municipio acusados de, al menos, 14 robos cometidos durante los meses de enero y febrero en varios locales hosteleros de la capital barbanzana. Ambos contaban con antecedentes por delitos similares.