Tarde, mal y arrastro

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

27 sep 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

La palabra retraso podría convertirse en el apellido añadido a las múltiples actuaciones que las distintas Administraciones anuncian a bombo y plantillo, y que nunca, nunca, nunca cumplen con los plazos fijados. En las ultimas semanas tenemos ejemplos más que sobrados en la comarca de un sinfín de iniciativas que llegan tarde, mal y arrastro.

La Consellería do Mar acaba de publicar la concesión de 52 nuevos permex para mariscar en la ría de Noia, aunque los beneficiarios todavía tendrán que presentar una sinfín de documentación a mayores para poder entrar en las playas a recoger berberechos y almejas. Lo peor es que, a estas alturas, ya han pasado más de tres semanas desde que se inició la campaña, aunque en estos momentos está suspendida de forma cautelar por la aparición de toxina. Sin embargo, durante los siete días que pudieron faenar, los trabajadores del mar noieses lograron una facturación de 2,5 millones de euros, una cantidad que podría haber sido mucho mayor de haber contado con las manos de los 52 nuevos mariscadores.

También están perdiendo dinero las cafeterías de los institutos de la comarca, que siguen cerradas a cal y canto a pesar de que las clases se iniciaron el pasado día 17. Como todos los años, el curso suele empezar la segunda quincena de septiembre, así que no se entiende muy bien por qué no se han agilizado los trámites para que estos negocios hosteleros pudieran entrar en funcionamiento a la vez que los alumnos y profesores se reincorporaron a las aulas. Un auténtico misterio sin resolver.

Otro tanto de lo mismo ocurre con los Bono Concilia que la Consellería de Política Social concede a las familias para ayudarlas a afrontar el pago de las guarderías para aquellos bebés que no consiguieron plaza en escuelas infantiles públicas. Casi un mes después de que hubiera empezado el curso, y que consiguientemente ya se hayan abonado matrícula, materiales y cuota, siguen sin resolverse las subvenciones, y todavía no hay fecha definitiva para saber cuándo lo harán, lo que obliga a los padres a hacer un gran desembolso por adelantado que seguro que no olvidarán cuando piensen en aumentar la familia. Parece que esta no es la mejor idea para acabar con los problemas de natalidad que hay.

La engorrosa tramitación administrativa suele estar detrás de todos estos atrasos en la puesta en marcha de nuevas iniciativas, una situación que es más que mejorable y que está en la mano de los políticos resolver cuanto antes. Las nuevas herramientas informáticas están ahí para ayudar a acelerar los trámites, ahora solo falta que se utilicen para acabar con todos estos atrancos innecesarios.