La nueva ley de protección animal dispara el abandono de mascotas

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El miedo a las sanciones provoca que los dueños se desentiendan de perros y gatos

22 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Desbordadas. Así están las protectoras de animales, así como varias agrupaciones de Protección Civil y servicios de emergencias que tienen que hacerse cargo de las decenas de animales que cada día aparecen abandonados en las calles y montes de la comarca. Todos son unánimes a la hora de afirmar que este año se han disparado las cifras de mascotas que dejan de tener un hogar, y mucha culpa se la echan a la aprobación de la nueva la Lei de Protección e Benestar dos Animais de Compañía en Galicia.

El miedo a las sanciones que conlleva la normativa para los dueños de las mascotas que no lleven la correspondiente identificación (chip), o que no vivan en unas condiciones de seguridad mínimas ha provocado que muchas personas hayan decidido prescindir de ellas. «Lo de este año es una exageración, llevamos desde enero que no dejan de aparecer perros y gatos abandonados. El episodio más grave fue hace unas semanas, en plena ola de calor, cuando dejaron tirados en el monte a 11 cachorros. Esta vez, en lugar de abandonarlos todos juntos, los fueron desperdigando y no sabemos si todavía habría más de los que recogimos», recordó Lyra Sierra, de la protectora Arca de Noia, que calcula que en estos primeros meses del año ya habrán salvado a más de 150 animales.

Según apuntó, la nueva ley gallega para la protección animal ha sembrado muchas dudas entre la población, y muchos deciden lavarse las manos antes que enfrentarse a una multa. A esto se añade otro problema a mayores, y es que las normativa dice que es responsabilidad de los concellos hacerse cargo de estos abandonos, «pero no los dota de una partida específica para resolver este problema», apuntó.

Nadie reclama

Más de 200 mascotas llevan recogidas este año en la protectora pobrense A Moura, desde donde destacaron que la mayoría son animales que se escaparon de casa, «y que ahora sus dueños ya no los reclaman porque no tienen chip y se pueden exponer a una sanción. De momento, no se está multando a nadie, y la Policía Local da un plazo de diez días para que los propietarios coloquen la correspondiente identificación a los animales», especificó Iria Pérez. Explicó que se nota mucho que son perros y gatos que han sido cuidados, «porque vienen limpios y bien alimentados, pero que a lo mejor se perdieron, y que ahora nadie los reclama».

También desde el colectivo boirense Callejeros tienen la misma percepción sobre la consecuencia que ha traído la aprobación de la nueva normativa de bienestar animal. Juan Blanco confesó que «estamos desbordados. Yo calculo que este año debemos de llevar un centenar de mascotas recogidas». Apuntó que en los últimos meses han sido testigos de una nueva modalidad para deshacerse de los animales: el abandono telefónico. «Te llaman y te dicen que los vayas a buscar, que ellos ya no los quieren. Le decimos que ese no es nuestro trabajo, por lo que lo más probable es que opten por dejarlos en la calle».

También los miembros del GES de Muros y de distintos grupos de Protección Civil han tenido que redoblar esfuerzos y encargarse de atender a estas mascotas. «No hay día que no tengamos una o dos llamadas sobre perros sueltos», afirmaron.

Las protectoras reclaman la puesta en marcha de centros de recogida especiales

Las de la perrera municipal de Ribeira son las únicas instalaciones oficiales que existen en la comarca para llevar a los canes abandonados, ya que no hay habilitados formalmente centros de recogida para las mascotas que se han quedado sin un hogar. La mayoría son ubicadas provisionalmente en casas de acogida de las protectoras, que reclaman la puesta en marcha de un servicio municipal. Para intentar paliar esta situación, algunos concellos como A Pobra y Noia habilitaron un pequeño espacio al lado de las instalaciones de Protección Civil, mientras que en Rianxo tienen un convenio con una residencia canina de Dodro.

La única buena noticia de este aumento en el número de abandonos de animales es que también se ha incrementado la cifra de adopciones, puesto que cada vez la gente está más concienciada de la necesidad de ayudar a estas mascotas. Según los datos de las distintas protectoras, en lo que llevamos de año cerca de 800 animales han podido encontrar un nuevo hogar.