El extremo sentó al central y al portero para firmar el 2-2 y conseguir que los de Barraña encadenen dos choques sin derrotas
10 sep 2018 . Actualizado a las 16:34 h.Hay apodos que son toda una declaración de intenciones. El de Óscar Martínez, La Magia, no podía ser menos. El extremo coruñés hizo gala de su talento en Vilalba para firmar el definitivo 2-2, tanto que congeló a una grada que se restregó los ojos para saber si lo que había ocurrido en el césped era una ilusión. Con una regate y una pisada, dejó tumbados a central y portero, al que batió con una bella vaselina que vale un punto.
Hasta ese momento había sufrido el Boiro, que se quedó con un jugador menos tras la expulsión por doble amarilla de Anxo. El Fideo golpeó a un rival y el colegiado lo envió a la caseta y decretó penalti. Fue el 2-1, tanto que, con 55 minutos por jugarse, parecía definitivo. Antes, Juan de Dora, después de un rechace, y Changui, con una vaselina, habían puesto el 1-1.
Sin embargo, no se amilanó el Boiro tras pasar por vestuarios. Cuando semejaba que el duelo estaba sentenciado, los de López tiraron de garra para intentar arañar, como mínimo, un punto. Bien replegados en sus dominios, y cerrando huecos, boicotearon a un Racing que claudicó en el minuto 59, instante en que Oscar recuperó su magia para hechizar el balón y llevarlo a la red.
«Fomos quen de superar as circunstancias. Chegamos moi esgotados ao final, pero no aspecto mental melloramos moitísimo», afirmó Rubén López, orgulloso de sus jugadores.