«Va a cerrar más empresas la nueva ley de contratación que la crisis»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

matalobos

Responsables de pequeñas firmas afirman tenerlo muy difícil para acceder a obras

01 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La nueva ley para acceder a contratos de suministros u obras de las Administraciones públicas trae de cabeza a los ayuntamientos, pero todavía más a los responsables de pequeñas empresas de la comarca. Hasta ahora, mediante los procedimientos negociados, a estas firmas solían adjudicárseles actuaciones menores. Sin embargo, la obligación de que toda licitación deba salir a concurso público a través de una plataforma única de ámbito estatal y las limitaciones a la hora de conceder actuaciones cuyo importe supere los 40.000 euros establecen unas condiciones que complican la concurrencia de aquellas compañías de pequeño calado.

Muchos aseguran que una gran mayoría van a ser incapaces de sobrevivir o que deberán buscar alternativas fuera del ámbito público. Sobre el futuro, el representante de una compañía que ha ejecutado diversos proyectos en municipios de la comarca, como Ribeira, suscribía ayer la frase que hace unas semanas le dijo una persona del sector: «Va a cerrar más empresas la nueva ley de contratación que la crisis».

Licitación electrónica

Uno de los mayores contratiempos es la licitación electrónica y en eso coinciden los miembros de todas las firmas consultadas: «Las que tienen estructuras pequeñas van a tener bastante difícil concurrir a obras. Los requerimientos son más elevados».

Por su parte, el gerente de una sociedad radicada en A Pobra subraya: «Hai máis papeis e as máis cativas non estamos preparadas para iso. Precisas ter unha persoa. As grandes dispoñen de xente dedicada a buscar ofertas e equipos encargados de elaborar os proxectos». Al empresario le parece adecuado que exista mayor competencia, pero recalca: «Si é san, non é mala».

Por ahora son pocas las adjudicaciones efectuadas a través de la nueva ley, la mayoría de ellas obras financiadas por la Diputación. Sin embargo, ya se están dando algunos casos curiosos.

Por ejemplo, el alcalde mazaricano, Juan José Blanco, comenta que concurrió una empresa de León a una licitación para hacer desbroces en el municipio o, por ejemplo, que el curso de gimnasia de mantenimiento lo ganó una compañía foránea que pretendía contratar a una persona del municipio. Sin embargo, no consiguió a nadie y tuvo que renunciar.

Precisamente, la representante de una sociedad de Mazaricos insiste en la importancia «do factor prezo, porque é o que máis puntúa». Esta profesional reconoce que, en su caso, el grueso de su actividad no radica en las obras públicas, aunque comenta que sí hacen algunas de poco calado: «Os nosos recursos son limitados e o noso campo de traballo vaise ver limitado».

El regidor mazaricano se muestra especialmente crítico con la normativa: «Dos concursos públicos do noso Concello, as empresas locais van quedar case todas fóra. É unha mingua para favorecer o desenvolvemento dos emprendedores. O proceso esixe solvencia técnica e económica, que resulta imposible ter senón se conseguen adxudicacións».

También coincide el ribeirense Manuel Ruiz en el grado de afectación que puede tener para las firmas locales: «Ata a data beneficiábanse deses traballos de pouco importe que se levan a cabo. Agora non vai ser así».

Pensando en el futuro y en lo que este nuevo cambio puede implicar, un empresario sentenciaba: «Hai que intentar adecuarse al mercado».

Los concellos temen que se dispare el número de ofertas presentadas a cada convocatoria

Al gestionarse las licitaciones a través de una plataforma única, los concellos temen que se dispare el número de ofertas presentadas. Lo aseguraba el ribeirense Manuel Ruiz al hablar del inminente concurso para construir la circunvalación: «A ver a que récord chegamos. Ata agora xa tiñamos medio cento de empresas en cada convocatoria».

De las dimensiones que puede adquirir ahora una contratación ya tiene experiencia el regidor boirense, Juan José Dieste, quien ayer explicaba: «A una adjudicación muy pequeña, de unos 16.000 euros, concurrieron 33 empresas».

Los mandatarios indican que va a producirse un problema añadido, porque un gran número de compañías que resulten adjudicatarias acabarán subcontratando los servicios y, como explica el mandatario mazaricano: «Algunhas firmas locais pode que acaben traballando polo caldo». Su homólogo boirense asegura que «habrá que controlar más las obras».

Todas las variables (Sálvora)

La ley de contratación pretende garantizar una mayor transparencia y evitar que sean siempre las mismas compañías las que consigan los contratos. Como afirma un alcalde de la comarca, las obras públicas son la mayor empresa. Buscar la equidad es bueno, lo malo es que, a veces, no se tienen en cuenta todas las variables. De hecho, hay quien asegura que la nueva normativa está pensada para grandes empresas.