La rula ribeirense alcanza el cuarto puesto de Galicia por su facturación

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El descenso de capturas en el Gran Sol ha motivado que supere a la lonja de Celeiro

31 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La lonja de Ribeira es la tercera de Galicia que más cantidad de pescado mueve y, sin embargo, ocupa desde hace años el quinto puesto en lo que respecta a facturación. Pese a que por sus instalaciones pasan el doble de kilos que por Burela o Celeiro, las especies comerciales son de menor valor, lo que motiva el desequilibrio entre toneladas de producto subastadas e ingresos obtenidos. Sin embargo, circunstancias naturales e incontrolables han propiciado que, desde julio y hasta ahora, la rula de la capital barbanzana se haya aupado, por primera vez al cuarto lugar en facturación.

El gerente de la instalación, Fernando Carreira, sabe perfectamente que se trata de una situación ocasional y cuando se le pregunta, afirma: «No es algo que hayamos logrado por méritos propios porque, además, este verano no ha sido especialmente bueno en cuanto a ventas por el parón del cerco a raíz de la falta de cuota de sardina».

Efectivamente, la razón de que Ribeira haya desbancado a Celeiro la explican responsables del puerto de esta localidad, quienes comentan que sus ventas se han visto bastante mermadas debido a una significativa caída de las capturas de merluza en el Gran Sol. Precisan que «es una bajada de casi dos millones con respecto al mismo período del pasado ejercicio».

En cuanto a las causas de la disminución, desde la entidad gestora destacan: «La merluza no comía porque tenía mucha abundancia de alimento en la zona, pero las cosas ya están cambiando y las capturas van a más».

Menos kilos, más dinero

Desde el pasado 1 de julio, según los datos provisionales de Pesca de Galicia, por la rula de Ribeira pasaron 3,5 millones de kilos de pescados y mariscos, que reportaron un movimiento económico ligeramente superior a los cinco millones de euros.

El análisis de estas cifras aporta un resultado positivo más allá de que, circunstancialmente, la lonja de Ribeira haya escalado posiciones en el ránking de la facturación. A diferencia de otras ocasiones, los ingresos son muy superiores al número de kilos comercializados, algo que no siempre acontece.

Entre julio y agosto del 2017, pasaron por el recinto 8,3 millones de kilogramos, que generaron una actividad económica inferior a 8,2 millones. En esta ocasión, con menor volumen de materia prima se han conseguido mejores resultados.

Precisamente, incrementar el valor de las especies que se comercializan, manteniendo las que han cimentado la fama de la rula ribeirense, es uno de los objetivos de la empresa que desde hace un año gestiona la instalación.

Algunos pasos ya se han dado. Por ejemplo, Fernando Carreira explica que, en la recta final de la campaña del bonito, el armador de un barco de pesca artesanal decidió vender sus capturas en Ribeira. Así, se subastó tanto bonito como atún patudo.

Carreira comenta que la experiencia funcionó bien: «Se alcanzó una buena cotización media, que llegó a los cinco euros». En Burela, otra de las lonjas que en cuanto a facturación aventaja a Ribeira por el alto precio de la mercancía que vende, estas especies tuvieron un valor algo inferior, sobre 3,90 euros.

Fernando Carreira manifestó que el armador quedó satisfecho: «Tuvo cierta repercusión. En la próxima campaña es posible que otras embarcaciones también se animen».

La gerencia sigue con las gestiones para agrupar las ventas del marisco del norte de la ría

Uno de los objetivos en los que continúan trabajando los gerentes de la lonja de Ribeira es lograr que se agrupen las ventas de la totalidad del marisco que se captura en la zona norte de la ría de Arousa.

Fernando Carreira apuntó que se han mantenido ya varios encuentros y expresó su confianza en que puedan alcanzarse resultados satisfactorios a medio plazo para hacer realidad este proyecto.

Conseguir aunar las subastas es una vieja aspiración de la dirección del recinto. De hecho, antes de la apertura de la instalación ya tuvo lugar una reunión con los patrones mayores para abordar esta cuestión.

Los responsables consideran que esto redundaría en beneficio del colectivo porque el producto podría revalorizarse. Además, por las conversaciones entabladas por compradores, existe la posibilidad de que acudieran un mayor número. Sin embargo, los pósitos todavía no han adoptado una actitud al respecto.