El preciado cefalópodo arrastra a Palmeira a decenas de paladares

La Voz

BARBANZA

MARCOS CREO

La celebración gastronómica llenó la zona portuaria de un ambiente festivo y familiar

26 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En una época en la que el kilo de cefalópodo se paga a precio de oro, la celebración de la Festa do Polbo era una tentación difícil de resistir para las decenas de paladares que se acercaron a Palmeira para degustar el preciado manjar. Y eso que la cita gastronómica tuvo que rivalizar con la playa, y se hizo notar porque al filo de las cuatro de la tarde era cuando más llena estaba la carpa instalada en el puerto.

A esa hora, mientras la charanga amenizaba la comida a unos y la sobremesa a otros, el encargado de la cocina, Manuel Veloso, explicaba que a eso de las tres de la tarde fue cuando empezaron a salir los platos. A la pregunta de qué buscaban los comensales que se adentraban en la carpa, lo tenía claro: «A xente vén polo polbo, xa me dirás, a 12 euros a ración a ver onde se atopa hoxe». En el menú había también churrasco, mejillones y empanada. En la caseta dedicada a la venta de tiques, lo tenían claro: «Cada año la fiesta va a más».

Profeta en su tierra

La Festa do Polbo también consiguió que en Palmeira se respirase ayer un ambiente festivo y familiar, una percepción que se incrementó por la tarde cuando llegó la hora del pregón, puesto que el encargado del discurso jugaba en casa. El palmeirense Yago Iglesias se convirtió en profeta en su tierra al recibir el aplauso de sus vecinos.

Antes del gran momento, reconocía que la responsabilidad del pregón le imponía respeto, «sobre todo cando tes que falar diante da túa xente», pero estaba convencido de que le arroparían, como así fue. El técnico hizo un repaso por su trayectoria desde sus inicios en el Palmeira hasta llegar al Compostela, y remarcó el papel que juega la cita gastronómica «para dar a coñecer a localidade e a súa xente».