El Boiro se despide en los penaltis

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Cardeñosa y Borja marraron sus penas máximas después de un duelo en el que los locales gustaron en la primera mitad con un fútbol de toque y presión

09 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La suerte de los penaltis terminó con el camino de un Boiro que claudicó en Vista Alegre. Los de Rubén López, que fueron de más a menos, acabaron enredados en el fútbol de achique y repliegue de un Negreira que se ha convertido en la bestia negra de la pretemporada. Una pena máxima de Cardeñosa que se estrelló en el palo, y un disparo de Borja que atajó el meta, fueron el epílogo de esta Copa Diputación.

Hasta que se llegó a la lotería de los penaltis el Boiro había sido mejor. Los locales, conocedores de las virtudes visitantes, salieron a monopolizar el esférico. Con mucha movilidad por parte de los hombres de ataque, los locales rondaron el 1-0 durante los primeros quince minutos. Una vaselina de Óscar, un zapatazo de Anxo, otro de Changui y el movimiento entre líneas de Carlitos fueron la propuesta boirista.

El Negreira, que intentaba sobreponerse al huracán inicial, comenzó a hacerse fuerte en su juego de golpear en largo para crear incertidumbre en la zaga local. Lo logró por momentos, aunque Mario solo tuvo trabajo para sacar el balón jugado desde la portería. Con un Anxo que bloquearon a base de faltas, el Negreira se adelantó en el marcador en la segunda ocasión que tuvo. Era el minuto 39 cuando Miguel, tras un saque de córner, enviaba el balón a la red con un cabezazo desde el primer palo.

Segundo tiempo

Con el mazazo del 0-1, y tras varios intentos del Boiro de buscar las tablas, el duelo se fue al descanso. Varió la propuesta de ambos conjuntos tras pasar por el vestuario. El Boiro, sabedor de que era quien debía mandar sobre el césped, siguió buscando el balón, mientras que el Negreira presionó arriba para rondar el gol que matara el partido.

Las dudas para sacar el balón jugado de los locales fueron un arma de doble filo que aprovechó el bloque rival para crear incertidumbre. Fue así hasta el minuto 70, cuando Changui, tras una dejada de pecho de Óscar, colocó las tablas en el marcador con un disparo cruzado, imposible para el cancerbero.

Ahí arrancó un duelo de trinchera, de balón en largo y batalla. En medio de la escaramuza se jugó la cabeza Mario, que en un saque de falta cerca estuvo de salir en camilla. Sin que la sangre llegase al río, el colegio decretó los penaltis. Fue ahí cuando dos de los jugadores que completaron la mejor actuación de la noche, Cardeñosa y Borja, se toparon con el mal fario para decir adiós a la Copa Diputación.