La boirense acaba de ganar el concurso sobre estampas marineras de A Pobra
01 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Quizás no exista nada más importante que el hecho de disfrutar de lo que haces, al menos, en tus ratos libres. Saborear una copa de vino, escuchar tu canción favorita u observar una obra llena de puro talento son solo algunos de los pequeños placeres que hacen que todo tenga sentido. También se deleita el que crea las delicias de las pupilas más críticas. Ya sea literatura, pintura o escultura, el artista alcanza una paz espiritual difícilmente comparable con cualquier otra sensación existente. Atrapada por este sentimiento de realización personal, María José Puente lleva sumergida en el mundo del arte desde su infancia.
En la actualidad, la pintura es uno de los pilares de su vida y, cuando el tiempo se lo permite, no duda en enfrentarse a la crítica. En su último cara a cara con el jurado, María José salió victoriosa del concurso de pintura rápida Estampas Mariñeiras de A Pobra do Caramiñal. Durante nueve horas, ocho participantes recorrieron el casco urbano en busca del mejor rincón marinero, que finalmente ocupó el lienzo de la boirense.
Puente se declara fan de este tipo de certámenes y va a alguno «sempre que podo e está preto, aínda que non hai moitos». Noia, Sanxenxo, Cangas... son algunos de los puntos a los que se ha desplazado para mostrar su arte: «A este concurso é a primeira vez que veño, pero sempre intento ir a un cando dispoño de tempo. Téñome levado algún primeiro premio, pero, aínda que non gañes, á xente soe gustarlle o que fas e terminas vendendo o cadro igualmente»
Quizás la veteranía en este tipo de certámenes fue una de las claves para llevarse el galardón, pues valora la estrategia como algo importante: «A Pobra é terra de ventos. O malecón e o náutico quizais eran as zonas máis bonitas, pero alí as dificultades multiplicábanse. Ata vin voar cadros. Eu busquei un lugar resgardado, á sombra dos xardíns, na zona do parque, onde puiden pintar con tranquilidade».
Con la paz que le otorgaba el lugar escogido, María José pudo crear una obra que reflejaba el precioso paisaje local: «O único requisito era que fose unha estampa mariñeira. Eu reflectín o malecón, parte do pantalán, un pouquiño do náutico e un pouco do Areal. Todo emparrado con buganvilla que había por alí no xardín».
Desde pequeña
Con motivo de que sus hermanos practicaban la pintura, este arte ya ocupa los primeros recuerdos de María José Puente: «Ao final, cando os teus irmáns pintan e ti es unha nena pequena, simplemente queres facer o mesmo ca eles. Gustoume moito e dende aquela non parei de pintar e aprender pola miña conta. Son autodidacta».
A partir de ahí, la pintora fue aprendiendo varios estilos y utilizando todas las herramientas que estuvieran a su disposición. Le daba igual tanto dibujo como acuarelas, acrílico o óleo. Además, la temática no es algo que tenga fijado: «Se tivera que decantarme por algo, elixiría o mar. Sempre que podo introdúzoo nas miñas pinturas. Polo demais, podo dicir que vou por épocas. De pequena gustábame moito a fauna, fai un tempo déuseme polos cabalos e neste momento estou coa paisaxe mariña».
Ahora, todo lo aprendido se lo enseña a sus alumnos en los talleres que tiene en Boiro y en A Pobra do Caramiñal. A estos asisten tanto niños como adultos y María José afirma que es una actividad idónea para cualquier edad: «A pintura saca iso que levas dentro. É un reflexo da personalidade, do carácter. Ás veces, mándolles realizar unha réplica dunha fotografía e saen cousas diferentes. Non ten que ver coa habilidade, senón coa perspectiva que ten cada un da vida. É un arte moi relaxante, axúdache a desconectar».
Ganadora. Además de en A Pobra, María ha ganado concursos por toda Galicia.
Polifacética. La boirense no se limita a un tipo de pintura, sino que maneja acuarelas, óleo o acrílico.
Docente. Puente enseña sus conocimientos sobre pintura a niños y adultos.