El alcalde señaló que la gran afluencia de gente superó con creces las previsiones y da por consolidada la cita lúdica
30 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.No tiene detrás una larga trayectoria, pero la Feira Celta de Porto do Son ya se da por consolidada. Es, sin lugar a dudas, una de las citas estrella de la agenda estival de Barbanza y poco a poco se está erigiendo como uno de los referentes gallegos del sector. Esta año, la fiesta ha dado un salto cualitativo y cuantitativo, con más espectáculos que nunca y una cifra de asistentes que el alcalde, Luis Oujo, no dudaba en calificar de «impresionante».
El regidor sonense aseguraba ayer que la afluencia de público fue sorprendente: «Ao longo de toda a xornada do sábado houbo tal cantidade de xente que se racharon tódalas previsións, éxito que se prolongou tamén o domingo, quizais en parte porque tampouco estaba día de praia».
Luis Oujo explicó que, desde la empresa Rivendel, que se encarga del montaje de la feria, le comentaron que los titulares de un buen número de puestos no ocultaban su predilección por la cita sonense, renunciando a otras fiestas que tienen lugar el mismo fin de semana: «É evidente que se veñen aquí e queren repetir é porque saben que acode moita xente».
Visto el éxito que ha tenido la última edición de la Feira Celta, el alcalde de Porto do Son señalaba ayer que puede ser el momento de estudiar una ampliación del mercado que constituye el eje de la cita: «Si que temos en mente seguir aumentando ano a ano, pero tampouco queremos que a feira medre sen control».
En este sentido, Oujo comentó que ya se puso encima de la mesa, de cara a esta edición, la posibilidad de instalar algunos puestos y realizar determinadas actividades lúdicas en la zona marítima, pero la idea no llegó a cuajar: «Nós queremos que a cita de Porto do Son se diferencie das outras e por iso non pode perder ese espírito de feira celta, polo que entendemos que deben localizarse no casco urbano».